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sábado, 26 de febrero de 2011

Gadafi y Hugo Chávez o la satanización proporcional al petróleo del subsuelo





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Hace pocos meses la presidenta argentina Cristina Fernández, con buena lectura de la historiografía, recordó como “día de la soberanía” el 20 de noviembre de 1845, cuando tropas agentinas, bajo directivas de su gobernante Juan Manuel de Rosas, cruzaron cadenas para impedir el paso de una flota anglofrancesa que buscaba extender su comercio al interior del continente sudamericano.
Armados con los más modernos armamentos y cargados de productos industriales británicos, los europeos buscaban forzar la librenavegación del río Paraná en nombre de la “libertad de mercado”. Era la misma coartada que por esa época Inglaterra utilizaba en sus guerras del opio contra China, que consagrarían al decir de Eduardo Galeano, a la reina Victoria como la primera narcotraficante de la historia contemporánea.
El historiador argentino José María Rosa recrea en su fecunda “Historia Argentina” la hipocresía de los ingleses, quienes basados en unas fantasiosas “Tablas de Sangre”, argumentaron que debía acabarse con el dictador nacionalista argentino “por el bien de la humanidad”.
Las motivaciones de los gobiernos poderosos del mundo de hoy, siguen reciclando una y otra vez argumentos de índole parecida con una retórica de mayor o menor talento, pero con las mismas intenciones de siempre.
Robert Bowman escribió tiempo atrás una carta al presidente norteamericano y en ella aclaraba varias de las dudas que padecen la mayoría de sus conciudadanos en materia de política exterior.
Muchos norteamericanos se preguntan porqué son blancos de terroristas, y Bowman contesta que simplemente porque en buena parte del mundo Estados Unidos defiende la dictadura, la esclavitud y la explotación humana.
Es decir, Estados Unidos es un país odiado sencillamente porque hace cosas odiosas. Fue odioso, afirma Bowman, derribar a Mossadegh porque quería nacionalizar la industria petrolera de su país. Fue odioso reemplazarlo por el Sha y armar, formar y pagar a su odiada guardia nacional SAVAK, que avasalló con todo tipo de brutalidades al pueblo iraní para defender intereses financieros de compañías estadounidenses.
Cosas parecidas ha hecho Estados Unidos en Chile y Vietnam, y más recientemente en Irak y Afganistán.
También fue odioso, agrego yo, respaldar a codiciosas empresas estadounidenses durante la masacre por petróleo entre paraguayos y bolivianos, entre 1932 y 1935, para que a fin de cuentas Rockefeller enviara su emisario, disfrazado de delegado norteamericano, a establecer en las fronteras entre los países que pusieron los muertos. Y fue odioso sostener por tres décadas la dictadura de Stroessner a través de “asesores”, entrenamientos didácticos para represores, armamentos militares y generosos créditos.
Joshua Holland afirmaba en un reciente artículo que no se trataba sólo de Mubarack, cuando se hablaba de dictadores protegidos por Estados Unidos que seguían haciendo de las suyas, aunque no tuvo en cuenta que la satanización de los autocrátas, para los medios adictos al imperio, siempre va de la mano con el petróleo del subsuelo de sus países que desean obtener.
Entre los dictadores que Estados Unidos sigue apoyando, en este caso porque sus empresas se quedan con los recursos subyacentes respectivos, Holland citaba personajes como Paul Biya de Camerún, Gurbanguly Berdymuhammedov (o Berdymukhamedov), de Turkmenistán, Teodoro Nguema Obiang, de Guinea Ecuatorial a quien incluso el cura Fernando Lugo pensaba invitar para su asunción presidencial, a instancias de la embajada norteamericana de Asunción, Idriss Deby, de Chad, Islam Karimov, de Uzbekistán, Meles Zenawi, de Etiopía, e incluso el Rey Abdullah Bin Abdul-Aziz, de Arabia Saudita. Todas estas dictaduras fantoches, defensoras de la esclavitud y la explotación del ser humano, recibieron y reciben el visto bueno, la aprobación y el respaldo de Washington, en proporción directa a las ofrendas con las cuales cada tirano traiciona a su pueblo entregando los recursos de su país.
Según Wikipedia, "Los Estados Unidos y Camerún trabajan juntos en las Naciones Unidas y en una serie de otras organizaciones multilaterales. Mientras estuvo en el Consejo de Seguridad de la ONU en 2002, Camerún trabajó en estrecha colaboración con los Estados Unidos en una serie de iniciativas. El gobierno de los EE.UU. continúa proporcionando sustanciales cantidades de dinero a instituciones financieras internacionales, tales como el Banco Mundial, el FMI y Banco Africano de Desarrollo, que brindan asistencia financiera y de otro tipo a Camerún".
Amnistía Internacional habla de ejecuciones ilegales, periodistas encarcelados y un sinnúmero de negocios desagradables.
Como parte de una estrategia para sofocar la oposición, las autoridades camerunenses perpetraron o toleraron violaciones de los derechos humanos, como detenciones arbitrarias. Y restricciones a los derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión. Defensores de derechos humanos y periodistas son hostigados y amenazados, y hombres y mujeres son detenidos por su orientación sexual.
En el caso de Turkmenistán, considerada una de las más represivas y autoritarias dictaduras del mundo, durante varios años en la década de 1990, Turkmenistán fue un actor clave para los EE.UU. en la Iniciativa de Energía de la Cuenca del Mar Caspio, cuyo objetivo era facilitar las negociaciones entre socios comerciales y los Gobiernos de Turkmenistán, Georgia, Azerbaiyán y Turquía para construir un gasoducto bajo el Mar Caspio y exportar el gas de Turkmenistán al mercado interno de energía de Turquía y de ahí al exterior, el denominado Gasoducto Trans-Caspio (TCGP)". La lista de la revista Parade de los peores dictadores del mundo señala que "los EE.UU. siguen importando petróleo de Turkmenistán (100 millones de dólares en 2008), mientras que Boeing presta sus aviones al gobierno de Turkmenistán. Chevron... abrió una oficina en la capital de Turkmenistán, Ashgabat. "
En Guinea Ecuatorial, hace treinta y dos años, Obiang Nguema depuso –y luego ejecutó– a su tío, Francisco Macías, en un sangriento golpe de estado. Peter Maas lo llamó no sólo "el peor dictador de África", sino un hombre cuya vida "parece una parodia del género de dictador".
Obiang había prometido ser más amable y más suave que su predecesor, pero en la década de 1990, incluso el embajador de EE.UU. en Guinea Ecuatorial, recibió una amenaza de muerte de un cercano colaborador del régimen, y tuvo que ser evacuado. Poco tiempo después, se descubrió petróleo en el mar, y la primera oleada de ingresos –alrededor de US$700 millones– fue transferida directamente a cuentas secretas bajo el control personal de Obiang.
Según Parade "Los EE.UU. importaron más de US$ 3 mil millones en productos derivados del petróleo de Guinea Ecuatorial" en 2008.
De acuerdo con el Departamento de Estado, "los Estados Unidos mantienen relaciones cordiales con el gobierno de Deby. Chad ha demostrado ser un socio valioso en la guerra global contra el terrorismo, y ofreciendo refugio a unos 200.000 refugiados de la crisis de Darfur, en Sudán, a lo largo de su frontera oriental. "
El informe de Amnistía Internacional de 2010 sobre Chad pinta un cuadro espeluznante:
Civiles y trabajadores humanitarios asesinados y secuestrados, mujeres y niñas víctimas de violación y otros actos de violencia, y niños utilizados como soldados. Las autoridades no tomaron las medidas adecuadas para proteger a los civiles de los ataques de bandidos y grupos armados. Presuntos opositores políticos fueron arrestados de manera ilegal, detenidos arbitrariamente y torturados y maltratados de otras formas. Continúa el acoso y la intimidación de periodistas y defensores de los derechos humanos. A lo largo de 2009, siguieron demoliendo las viviendas y otras estructuras, dejando a miles de personas sin hogar.
A pesar de que el ejército de Chad ha sido acusado de utilizar niños soldados, señala Parade, "los EE.UU. continúan entrenando a comandos del Chad."
Respecto a Islam Karimov, de Uzbekistán, se dice que gusta de hervir a sus opositores políticos hasta la muerte.
Karimov ha sido presidente de Uzbekistán desde 1990, cuando ganó, por un amplio margen, la primera de una serie de elecciones amañadas. Son comunes en Uzbekistán la tortura, las detenciones arbitrarias y los arrestos masivos de minorías religiosas, según Human Rights Watch. Pero el país ha sido un socio clave de los EE.UU. en su "guerra contra el terror", alojando a las tropas estadounidenses en la base aérea Karshi-Khanabad hasta el año 2005. Las relaciones se enfriaron un poco después de que Karimov ‘alentó’ a los EE.UU. a abandonar la base, pero como señala Parade, “el comercio entre los Estados Unidos y Uzbekistán se duplicó en 2008, y los estadounidenses continúan importando grandes cantidades de uranio de Uzbekistán, utilizado en plantas de energía nuclear y armas”. Un año después, Uzbekistan Airways ordenó aviones Boeing por un valor de US$ 600 millones".
Meles Zenawi, de Etiopía, ganó con el 99,6 por ciento de los votos, por lo que hablamos de un gobierno con incuestionable legitimidad.
Etiopía es un socio estratégico clave en la "guerra contra el terror", y contribuye de manera significativa a las operaciones de mantenimiento de la paz de África. Según la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional, los Estados Unidos es el mayor donante de Etiopía.
Como lo expresa Joshua, cuando un Estado islámico teocrático hace cosas horribles a sus ciudadanos, sólo es importante si ese estado se llama Irán. Arabia Saudita, por supuesto, es uno de los aliados más importantes de los Estados Unidos –y el gobierno estadounidense le ha proporcionado seguridad a la familia real saudita durante décadas, en retribución al petróleo del cual despoja a su pueblo.
La satanización de dictadores como Gadafi, o su asociación maliciosa con Hugo Chávez, se enmarca en la misma estrategia de expulsar a líderes populares que buscan que las riquezas de sus territorios sean repartidas entre las personas a quienes legítimamente pertenecen, para implantar dictadores criminales y vendepatrias para que traicionen a su pueblo, y lo que pueda venderse hoy se lo lleven la Exxon y otras compañías, como antes lo hicieran la Standard Oil, la Domino Sugar, United Fruit o Chiquita Banana.
Las razones altruistas no faltarán jamás, por supuesto, porque como lo expresara Rochefoucald la hipocresía es un homenaje que el vicio rinde a la virtud. LAW

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