"Esta película ya la vimos" decía hace unos días un comentario de Argenpress, graficando la desilusión por la gestión realizada por el obispo Fernando Lugo al frente del poder ejecutivo paraguayo.
El coordinador del Frente Social y Popular, Luis Aguayo, aseguró por su parte que la expectativa por Fernando Lugo se está agotando y que las acciones de los sectores progresistas cambiarán en las próximas semanas.
http://www.abc.com.py/2009-04-02/articulos/509235/al-frente-social-se-le-acaba-expectativa
“El mensaje claro a Lugo es que este mes tendremos las grandes movilizaciones; queremos respuestas urgentes”, indicó.
UNA GRAN DESILUSIÓN
El Instituto de Comunicación y Arte (ICA), una reconocida encuestadora del Paraguay, dio a conocer los datos de su última encuesta sobre la gestión del presidente Fernando Lugo.
A seis meses de haber asumido el gobierno, el 33.4% de los paraguayos cree que el mandatario no ha cumplido ninguna de sus promesas electorales,y un 40 por ciento está decepcionado.
El estudio, elaborado sobre una muestra de 2.400 personas de todo el Paraguay (con un margen de error de 1,7%) señala que el 30,3% de los ciudadanos considera que el presidente Lugo no hizo mucho para mejorar la gestión del Estado, ya que "no nombró a los más idóneos o capaces" en los cargos claves.
Uno de los datos más alarmantes, es que 1 de cada 3 ciudadanos paraguayos considera que Lugo no va a terminar su gestión de gobierno y muestran su temor por "la falta de gobernabilidad"
Enrique Chase, sociólogo y director de ICA explica esta incertidumbre apelando a que Lugo "no está teniendo un apoyo muy fuerte en los partidos tradicionales y se ve a un Partido Liberal (Radical Auténtico, PLRA) disgregado y a un Partido Colorado atomizado".
Chase también señaló que un creciente porcentaje de paraguayos comienza a mencionar con más frecuencia el tema de la corrupción gubernamental (de Lugo) como un problema en ascenso.
"A lo mejor se debe al hartazgo de la gente que no encuentra mejoría en todos los gobiernos", señaló el encuestador al tratar de encontrar alguna explicación a los resultados, aunque argumentó que podría deberse a que "se ha establecido el ´cambio´ como norte del Gobierno" y el cambio aún no se ve.
Lugo asumió el poder el 15 de agosto de 2008 por un período de cinco años tras derrotar al Partido Colorado que gobernó Paraguay 61 años, pero con el apoyo de la fracción de Stroessner y Castiglioni.
Su campaña se baso en tres ejes fundamentales: obtener la renegociación del Tratado de explotación junto con Brasil de la usina hidroeléctrica Itaipú, sobre el río Paraná; generar fuentes de empleos y una inmediata reforma agraria para beneficiar a unas 300.000 familias campesinas pobres.
En todos los puntos ha fracasado.
DURAS CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN
Duras críticas de la oposición son publicadas hoy por el diario La Nacion.
“Fernando Lugo ha perdido en tan poco tiempo credibilidad política y autoridad moral, primero porque sus discursos contradicen a sus actos y, segundo, porque privilegia a un entorno corrupto dejando marcharse a hombres y mujeres que realmente se mostraron preocupados por el país y por la gente”, señaló Aníbal Saucedo Rodas, miembro titular de la Junta de Gobierno del Partido Colorado e integrante de su Comisión Ejecutiva.
“Lugo, con un cinismo que asombra, no se inmuta ante las denuncias de latrocinio en las instituciones públicas, la última y más alevosa fue la de Petropar, y de esta manera va perdiendo a personas cuya honestidad no es dudosa y se queda con una rosca comprobadamente corrupta, integrada por altos funcionarios y sus socios de farra” apuntó Saucedo Rodas.
Por otro lado, sostuvo, miente descarada y continuamente a la sociedad cuando promete una reestructuración total de la Justicia paraguaya, rechazando el cuoteo por la renovación completa de la Corte Suprema, “pero en la primera prueba, negocia con el ‘castiluguismo’, el sector que traicionó y sigue traicionando al Partido Colorado, en su afán de tener mayoría dentro del colegiado y nombrar a un presidente que sea condescendiente con sus pretensiones políticas”.
Cuestionó, además, la reunión secreta con tres miembros de la Corte Suprema de Justicia, “reeditando la cultura de la opacidad que tanto criticaba el actual ministro del Interior, Rafael Filizzola –quien también participó del encuentro-, en sus tiempos de opositor, cuando también reclamaba transparencia y comunicación abierta de los actos de gobierno”.
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