La humillación electoral de Fernando Lugo, a pesar de los pretextos que buscan sus secuaces, ha sido rotunda.
La imagen vale por mil palabras: es el gesto unánime que el Paraguay enrostró al cura y los suyos el 7 de noviembre, fecha que quedará en la historia como día en que un gobierno logró, en apenas dos años, hastiar a la ciudadanía.
A propósito, este análisis:
LUGO PARA EL PRECIO DE LA MENTIRA
http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/62456
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