LUIS AGÜERO WAGNER- Los lujos del poder son capaces de seducir al más pintado, y el teólogo de la liberación Tercermundista Fernando Lugo es un buen ejemplo.
Llegado a la primera magistratura del Paraguay en ancas del pensamiento mágico y la tradición autoritaria de este país sudamericano, la ostentación y el derroche se han disparado en su círculo áulico con una celeridad inusitada.
"Anda en sandalias, pero se desplaza en lujosas 4x4", fue la queja de un político opositor, mientras que otro lo consideró como "una ostentación".
Lo peor de todo es que el obispo sube a vehículos lujosos que ni siquiera sabe a quién pertenecen, y se ignora si qué favores devuelve a cambio.
El teólogo Fernando Lugo afirma admirar al dictador Gaspar Rodríguez de Francia, recordado como paradigma de austeridad y honestidad por los historiadores, y si embargo tanto él como su entorno no cesan de ostentar su nueva condición burguesa. Las fiestas se han hecho consuetudinarias en la misma residencia presidencial, así como las amantes entre los ministros.
No es la primera vez que un presidente improvisado por las circunstancias aprovecha la oportunidad para darse la gran vida.
Cuando en 1999 el senador Luís Ángel Gonzalez Macchi asumió la presidencia de la república, una de sus primeras obras de gobierno fue comprar con dinero del contribuyente una fastuosa residencia en Punta del Este, evaluada en 1,5 millones de dólares, que pudo abonar billete sobre billete. También pudo permitirse adquirir otra residencia en Key West, Florida, próxima a la residencia donde vacacionaba Richard Nixon, y hacerse de una cuenta en dólares de interminables dígitos.
Durante un encuentro de jefes de estado en Canadá, en abril del 2001, aprovechò para combinar el trabajo con el placer, y tras alquilar en una fuerte suma un yate a todo lujo, emprendió un relajante crucero por el Caribe con servicio de barman, parrilleros y damas en bikini en la proa. Es que, obviamente, se merecía algún descanso en medio de tanto trajín tensionante, inherente al poder.
También durante el gobierno de González Macchi, se contrató un crédito con Taiwán por 400 millones de dólares de los cuales el Paraguay no vio un centavo. Todas las sospechas apuntaron en dirección a las playas de Punta del Este y Florida.
La Fiesta de González Macchi permitió dejar al estado sin fondos para atender presupuestos secundarios, como el de la institución encargada de las viviendas populares (CONAVI), y la responsable de atender a los indígenas (INDI).
El héroe de la izquierda latinoamericana Fernando Lugo, cuya única credencial de teólogo de la liberación es haberle pagado el pasaje y estadía a Leonardo Boff para realizar turismo revolucionario en hotel de 5 estrellas y con limousina en Paraguay en agosto pasado, al parecer ha tomado la posta del gobierno de González Macchi. Al fin y al cabo, comparten el hecho de haber sido llevados al poder con amplio respaldo de la embajada norteamericana, su aparato de propaganda mediática, red de ONGs, periodistas venales y politiqueros subsidiados en dólares.
Un Senador opinó en relación al derroche de los partidarios del Obispo que "se dice que es de los amigos, pero no es real, son vehículos de ustedes. Es una ostentación y la ostentación que hacen no se compadece con la lucha contra la pobreza que pregonan. Le hacen flaco favor a su discurso y a lo que se comprometieron en campaña ".
Sucede que la caridad empieza por casa, y los nuevos sátrapas del Paraguay han decidido iniciar su combate a la pobreza superando la propia
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