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viernes, 18 de marzo de 2011

El Gran Simulacro de Fernando Lugo, Maestro del Disfraz




Una sabia sentencia de Jean Jacques Rousseau afirma que el vicio rara vez se insinuó oponiéndose a la honradez; casi siempre toma el disfraz de ésta, y nadie mejor para corroborarlo que el cura presidente de Paraguay, Fernando Lugo, maestro del simulacro y del disfraz.

Najeeb Amado, secretario general del Partido Comunista Paraguayo, denunció esta semana a través de la prensa que el supuesto "izquierdismo" del gobierno del cura Fernando Lugo es un simulacro, al criticar la política exterior del gobierno de la Alianza gobernante, con respecto a Colombia y Estados Unidos.

“Nosotros lo que cuestionamos, y lo hacemos desde hace mucho tiempo, es la política lineal exterior que utiliza (el canciller paraguayo) Héctor Lacognata. Por más que simule amistad con Venezuela o Cuba, en la práctica, los acuerdos se firman con Colombia y con Estados Unidos”, expresó el representante del partido comunista, que ya se retiró del gobierno del cura decepcionado por la orientación derechista del mismo.

(http://www.abc.com.py/nota/comunistas-critican-politica-exterior-del-gobierno-de-lugo/)
Dijo Silvina Ocampo que todo disfraz repugna a quien lo lleva, y tal parece la explicación de la forma escandalosa en que la verdadera identidad de Lugo se fue revelando ante propios y extraños. De marxista y bolivariano, nuestro héroe de sotana un buen día apareció desnudado como un neoliberal pro-Colombia, de adalid de la soberanía nacional pasó a ser un abyecto lacayo del imperio luego de conocerse los cables diplomáticos secretos de la embajada norteamericana a través de Wikileaks.

Hoy ya no existe persona razonable que pueda dudar que todo se trató de un gran montaje para presentar como izquierdista a un hombre acompañado por la CIA y la ultraderecha, y apoyado por los medios reaccionarios.

FRACASO DEL PROYECTO
Por su parte la presidenta del partido colorado, la senadora Lilian Samaniego, afirmó que el proyecto de Fernando Lugo fracasó gracias a la firme oposición de su partido.

"Si no teníamos aquí hoy un Partido Colorado fuerte, (Fernando) Lugo, de seguro, ya iba a imponer el sistema chavista..." afirmó, olvidando que en realidad Lugo hizo muy poco esfuerzo y demostró poca decisión para imponer el modelo citado.

Por demás, Hugo Chávez tenía mucho mejores relaciones con el presidente colorado Nicanor Duarte que las que actualmente tiene con Lugo.

(http://www.abc.com.py/nota/castiglioni-y-nicanor-destruyeron-el-partido/)
Lo cierto y concreto es que Lugo fracasó por méritos propios, debido a sus propias contradicciones y mentiras, inherentes a su conocida falta de integridad.

La incoherencia de Lugo y sus secuaces, su accionar deshonesto y sus maniobras diversivas, son objeto de las más disímiles interpretaciones en Paraguay. En tanto los comunistas lo consideran un títere de la derecha y la embajda norteamericana, y los colorados un chavista impotente e incapaz de imponer su propia ideología en su gestión, el Partido de los Trabajadores lo condena por una supuesta defensa del régimen libio de Gadafi.

En un documento donde solicita que el gobierno paraguayo “rompa relaciones con Libia” (¿?) el Partido de los Trabajadores de Paraguay argumenta su solicitud afirmando que “De forma repudiable, líderes considerados revolucionarios o “progresistas”, como Fidel Castro, Chávez o Daniel Ortega han expresado su apoyo directo o indirecto al gobierno libio y no han condenando la represión. De la misma forma, en nuestro país, Fernando Lugo, además de no condenar la violencia dictatorial, ha llamado al “dialogo” para solucionar el conflicto, en momentos en que la población civil es masacrada”.

La diversidad de interpretaciones sobre sus tendencias políticas sólo evidencian que se trata de personaje carente de predicamento político para afrontar con una postura definitiva el relacionamiento internacional y las crisis inherentes a éste.

EL DESGARRADO DISFRAZ DE LA HONESTIDAD
Ya Marco Tulio Cicerón advertía que “Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo”. Como hojas secas de un árbol muerto, todas las falacias en las cuales se basó la propaganda del cura Fernando Lugo fueron barridas con el discurrir de las semanas y meses de su gestión.

No hubo señales de su supuesta ideología en su gestión, ni de la acrisolada integridad de su vida apostólica, que acabó deshonrando y devaluando la investidura presidencial del Paraguay en un escándalo paralelo a la pederastia clerical que lo convirtió en hazmerreír del mundo.

Tampoco hubo respeto hacia el pueblo que lo votó, hastiado de líderes políticos desconsiderados que sólo buscaban el poder para acomodar a sus respectivas familias en puestos prebendarios.

Uno de los más sonados escándalos del gobierno de Fernando lugo estalló cuando se supo que el secretario del cura, Miguel López Perito, ubicó en cargos pagados por el pueblo a toda su familia política. El cura Fernando Lugo no se quedó atrás, y contrató a toda su familia por cuenta del estado. El mismo diario que impulsó la candidatura del cura Fernando Lugo se vio obligado a realizar su mea culpa, en una nota firmada por el periodista Jorge Torres (http://www.abc.com.py/nota/nepotismo-gobierno-fernando-lugo/).
Si algo brilló por su ausencia en la administración del cura Fernando Lugo y sus secuaces, fue precisamente la honestidad, con el agravante que el electorado paraguayo quedó definitivamente sin alternativas. Como decía el dramaturgo español Víctor Ruiz Iriarte, el delito de los que nos engañan no está en el engaño, sino en que ya no nos dejan soñar que no nos engañarán nunca.

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