Escandaloso destape de olla podrida, en gobierno de Fernando Lugo
La olla podrida de la corrupción en el Gobierno del cura se destapó definitivamente con la expulsión de Carlos Mateo Balmelli, quien como era previsible, una vez afuera hizo público el acoso sufrido debido a la angurria de la mayoría de los dirigentes luguistas, que no dejaban de presionar por cargos y negocios con la binacional Itaipú.
El liberal Mateo fue marginado por el gobierno arzobispal debido fundamentalmente a que se negó a complacer el apetito del entorno de adulones de Lugo, según se desprende de las últimas revelaciones.
El ex director de Itaipú sacó trapos sucios en el manejo de gastos sociales de la binacional, y puede decirse que la fetidez despedida por los chanchullos del cura quedó definitivamente al descubierto.
Balmelli aseguró que desde el clérigo-presidente de la República hasta senadores querían discrecionalidad en el uso del dinero.
“Una mañana temprano me llamaron por teléfono para que me presente al Palacio a toda bala. Me voy llegando y me piden que les dé 3 millones de dólares para dar a las gobernaciones de Concepción, San Pedro y Caaguazú. Les dije que no podía porque el dinero tenía que pasar por la ampliación presupuestaria”, denunció Balmelli.
Recordó que el Presidente le dijo de manera imperativa: “Entregame los cheques”, a lo que respondió: “No te puedo entregar los cheques porque tiene que pasar por la ampliación presupuestaria”.
El ministro Borda pidió la plata de Itaipú para la compra de las tierras de Teixeira, con la que el equipo arzobispal pensaba embolsar 20 millones de dólares con una escandalosa sobrefacturación. “Creo que pidió US$ 8 millones. Ahí le dije al Presidente que Itaipú no va a pagar las tierras de Teixeira, porque sencillamente no corresponde”, enfatizó al abrir el capítulo de los pedidos realizados por el titular de Hacienda.
El candidato del cura Lugo para el 2013, “Banana” Ledesma, todos los días pedía algo, agregó.
Como puercos hambrientos, cada uno de los miembros del entorno arzobispal pedía su tajada de la torta.
Borda, López Perito y también Camilo fueron los que pretendieron aprovecharse de los dólares de la entidad hidroeléctrica. El ex director paraguayo contó que Soares, guevarista que toda la vida mamó de la embajada norteamericana de Asunción, a toda costa quería que el ente le desembolse US$ 2 millones para una supuesta ayuda al Chaco, sin la ampliación presupuestaria.
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