MUJERES PROTESTAN CONTRA FERNANDO LUGO CON LAS MANOS CLAVADAS

Cuatro mujeres, dirigentes de diversas organizaciones de “sintechos”, llegaron ayer a la plaza Uruguaya con las manos atravesadas con clavos. La mediática forma de protesta por la renuncia del ministro de Acción Social, Pablino Cáceres, generó un tenso ambiente entre los cientos de manifestantes con la intervención fiscal.


Tras ser examinadas por personal médico presente, el agente del Ministerio Público interviniente, Federico Torres, exigió infructuosamente que las manifestantes sean asistidas en una ambulancia y advirtió a los dirigentes que de otra forma serían imputados por omisión de auxilio.

Las manifestantes fueron Raquel Ramírez del asentamiento “24 de Octubre” de Luque, Mirian López del asentamiento “Nueva Esperanza” de Capiatá, Yenny Raquel Quiñónez del asentamiento “El Mangal” de San Lorenzo y Sonia Raquel Rodríguez de la asociación “Lucio Martínez” de Capiatá.

MUJER DE LUGO QUIERE VIVIR EN RESIDENCIA PRESIDENCIAL

La madre del segundo hijo del obispo libertino Fernando Lugo, que apareció esta semana, dice que tiene derecho a vivir en la residencia presidencial.

Benigna Leguizamón, la madre del otro hijo de Lugo, reclamó ese derecho a través de los medios, en tanto el desconcertado presidente ensotanado recibió como consejo "abrir una guardería en la casa de gobierno" de parte de la oposición.

"Todo el departamento de San Pedro sabe que este desgraciado es el padre de mi hijo, que nació en el 2002 y tiene seis años" afirmò a Crónica.

"Se aprovechó de mi necesidad" dijo Benigna entre sollozos, "lo más triste es que cuando mi hijo iba a hacer la primera comunión no tenía ni siquiera ropa".

Un senador graficó la situación diciendo que "pensar que un hijo del presidente fue encontrado en un rancho, descalzo, quizás desnutrido".

La mujer tenía 17 años-menor de edad- y era limpiadora en el Obispado cuando el clérigo Fernando Lugo la sedujo y abusó de ella.

Posteriormente la abandonó.

VARIAS DENUNCIAS MÁS

Varias mujeres habrían denunciado al ex obispo de San Pedro ante el nuncio apostólico, Antonio Lucibello.

"Esta es una cosa conocida ya desde hace años... es verdad que se fueron destapando en el año 2002, 2003, 2004 y todos estos casos de Lugo lo llevaron a irse del episcopado", dijo el monseñor Livieres Plano a Radio 1000 de Paraguay.

El prelado destacó que la Iglesia Católica sabía que era muy probable que Lugo haya tenido hijos y como él no negó tal posibilidad, tuvieron que "invitarlo" a retirarse del obispado.

LAS MUJERES DEL OBISPO LIBERTINO

¿Necesitás algo más monseñor...?, le preguntó la joven Viviana Rosalith Carrillo, de 16 años, al obispo de San Pedro, Fernando Armindo Lugo Méndez, tras entregarle la ropa de cama en la habitación donde él iba a pernoctar esa noche, como huésped ilustre. El obispo la miró y la tomó de las manos, al responderle con voz suave y seductora: "Si, necesito...¡te necesito a vos!".

Era una calurosa noche de verano del 2000. El prelado había llegado en una gira pastoral por el interior del departamento de San Pedro hasta la localidad campesina de Choré, en donde una solícita feligresa, Edith Lombardo de Vega, lo invitó a alojarse en su casa.

La señora Edith le presentó a su sobrina y ahijada, Viviana, una adolescente que se estaba preparando para recibir la confirmación de su fe católica, en una ceremonia que el mismo obispo iba a presidir en pocos meses.

No sabe qué más pasó esa noche en la soledad de su habitación. Lo que sí se sabe según les contó la chica a los abogados Walter Acosta y Claudio Kostinchok, es que allí empezó una relación prohibida entre el maduro obispo y la joven adolescente en vías de ser confirmada, que luego desembocó en un embarazo, del cual nació Armindo, el 4 de mayo del 2007, quien ahora tiene casi dos años.

"Debido a mi corta edad e inexperiencia, fui seducida por su forma de hablar, por sus palabras bonitas, por sus expresiones bellas, y por las promesas de que iba a renunciar a su cargo por mí, y que pretendía compartir una vida conmigo y que tengamos muchos hijos y formemos un hogar, habiendo sido él mi primer y único hombre", revela la mujer de 26 años.