FERNANDO LUGO: LA IGLESIA DEBE SANCIONAR PEDERASTIA

FERNANDO LUGO: LA IGLESIA DEBE SANCIONAR PEDERASTIA

Debe Iglesia sancionar las faltas sacerdotales’

Luis Alonso Fierro


“La responsabilidad principal de la falla en los escándalos sexuales de los sacerdotes no está en los propios sacerdotes, está en los obispos que han sido omisos en el cumplimiento de su deber”, para el sacerdote e investigador universitario Dizán Vázquez Loya la jerarquía católica ha sido demasiado permisiva con los sacerdotes que cometen faltas.

Tras el regreso del Padre Salomón Palma a Cuauhtémoc, quien en el 2003 apareciera en un video sosteniendo relaciones sexuales con su secretaria, y éste develara que no recibió sanción o terapia de apoyo para superar lo ocurrido, Dizán Vázquez atribuyó al obispo de la Diócesis de Cuauhtémoc, Juan Guillermo López, la falta de reprimendas “tan necesarias”.

“No se debe confundir la sana disciplina con una misericordia mal entendida, hacerlo es mandar un mensaje ambiguo a la gente, es decirle hagas lo que hagas no importa, tú sigue adelante”, criticó.

Añadió que el padre Palma antes que nada debió recibir ayuda espiritual y emocional, en lugar de simplemente transferirlo a otra sede; sin embargo, reconoció que esa blandura se ha extendido en la Iglesia, y puso como ejemplo la Diócesis de Boston, donde varios sacerdotes cometieron pederastia y el obispo sólo los cambió de templo en varias ocasiones, en lugar de enfrentar el problema.

“Veo que ha cambiado mucho la postura de la Iglesia en los últimos años, anteriormente había una postura mucho más estricta, mucho más rígida con este tipo de conductas. Hoy la Iglesia está influida por la sociedad para ser más tolerante con las actitudes indebidas, ya que la sociedad en general vive un clima de impunidad, de indulgencia”.

En su momento el Padre Salomón Palma fue duramente criticado por romper su voto de castidad, con una mujer casada, quien lo apoyaba como asistente en el templo de Cristo Rey en Ciudad Cuauhtémoc; al respecto Vázquez Loya fue enfático al señalar que el celibato es un carisma (don de Dios) que es difícil mantener.

“Es similar a la dificultad que tiene un hombre casado para mantenerse fiel a su esposa, hay quienes lo consiguen toda su vida y hay quienes llegan a caer en la tentación de la infidelidad”.

Y añadió: “El celibato se puede dejar de dos maneras, ya sea de una forma viciosa de la sexualidad, sin entablar un lazo de amor, eso es una desviación psicológica. Otra cosa muy diferente es que el sacerdote se enamore verdaderamente de una mujer, como el caso del padre Alberto Cutié, entonces él tendrá que decidir entre el celibato o pedir una dispensa y casarse”.

Mencionó que no debe “encasillarse todo en un solo cajón” al hablar del celibato, ya que la Iglesia Católica también ofrece a sus pastores la oportunidad de contraer matrimonio bajo ciertas características. Detalló que de los 20 diferentes ritos católicos 19 permiten casarse, sólo el Rito Latino, que es el generalizado en Occidente, exige voto de castidad.

El contraste
Mientras el Padre Palma no fue sujeto a sanción por parte del obispo de su Diócesis, la presente semana en Tijuana el sacerdote Raymundo Figueroa Pérez fue suspendido por haber desacatado la orden de suspender misa el pasado 3 de mayo, mientras se enfrentaba una crisis por el brote de influenza en el país.

El obispo Rafael Romo Muñoz consideró como grave la falta y por el momento no puede oficiar misa ni presidir ninguna otra celebración.