Lo conoció a los 16, cuando él era aún obispo. La confirmó y luego la sedujo, dice ella. El hecho se reveló cuando Carrillo demandó paternidad a Lugo hace unos días.
“Todo se inició una vez que le llevé las ropas de cama a su habitación, y al preguntarle si necesitaba algo más, él me dijo que sí, que era a mí a quien él necesitaba. Desde ese momento fue constante el acoso, hasta que debido a mi corta edad e inexperiencia fui seducida por su forma de hablar, por sus palabras bonitas, por las promesas que me hizo de renunciar a su cargo por mí (…)”, cuenta Viviana Carrillo, madre del hijo del presidente del Paraguay, Fernando Lugo.
El relato es parte de la declaración que hizo Carrillo en la demanda que inició al Mandatario paraguayo para que reconozca a su hijo, concebido cuándo él aún era obispo, según publicó el diario Última Hora de Paraguay.
El documento de ocho páginas revela detalles de la relación entre Lugo y Carrillo que comenzó hace alrededor de 10 años.
“Siendo muy joven aún (16 años), en el 2000; y al tiempo en que hacia mi preparación para mi confirmación dentro de la religión católica en la cual fui bautizada por mis padres, conocí al obispo Fernando Lugo (…)”, detalla el documento.
Viviana Carrillo conoció a Lugo cuando él era obispo de San Pedro, una de las regiones más pobres de ese país y de donde es oriunda la mujer. Ella realizaba su curso de confirmación y luego entabló una relación amorosa con el ahora Presidente.
Lugo visitaba frecuentemente la casa donde vivía Viviana junto a su madrina, Edith Lombardo de Vega, quien admitió al diario ABC que el obispo iba al lugar muchas veces, que compartían la mesa juntos, y hasta se quedaba a dormir, aunque en una habitación “totalmente independiente”, aseguró.
Carrillo dejó su ciudad el 2002, cuando se mudó a la capital para estudiar. Aunque no existen registros de sus primeros años en Asunción, lo seguro es que su relación con Lugo continuaba”, asegura el diario El Perfil de Argentina, que relata la historia.
Hace tres años, antes del nacimiento de su hijo, se mudó a un departamento en el barrio Santa Ana en el que aún vive, según los medios locales.
Y es que tuvo que abandonar su casa porque su familia la presionó con su relación. “Al sospechar mis padres y mi madrina lo que estaba ocurriendo, todos mis familiares y personas cercanas me dieron la espalda, diciéndome que eligiera vivir en el pecado (por estar con un sacerdote) o que me arrepintiera y me olvidara por completo de lo que había pasado”, rememora Carrillo en su demanda legal.
Carrillo se dio a conocer públicamente cuando presentó la demanda de filiación para su hijo y el Presidente paraguayo, dos semanas después, tuvo que asumir la paternidad del niño de dos años que vive con su madre.
En sus últimas declaraciones, Lugo asegura que la relación con Carrillo es cosa del pasado, mientras que ella “sigue queriendo al Presidente, pero que ahora está dolida por los últimos acontecimientos”, según la declaración de una amiga al periódico ABC.
“De perfil bajo, muy callada y reservada a la hora de salir de su casa, Carrillo estalló de bronca cuando trascendieron en la prensa guaraní rumores de romances entre el Presidente paraguayo y la modelo argentina Jésica Cirio. Ése habría sido uno de los detonantes de la demanda, además de que Lugo, según consta en la denuncia, le dio un golpe en la cara”, afirma El Perfil.
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