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jueves, 9 de abril de 2009

IZQUIERDISTA BAJO LAS ALAS DEL IMPERIO

La prensa paraguaya informó el viernes 5 de setiembre de 2008 que la embajadora de los Estados Unidos en Paraguay, Liliana Ayalde, visitó ayer al ministro del Interior, Rafael Filizzola. En la ocasión, la representante de George W. Bush enfatizó el interés de su país de “apoyar y acompañar los programas” de seguridad de Paraguay. La diplomática no descartó una cooperación para el fortalecimiento de la Policía Nacional, que se realizaría en el marco del Programa Umbral. Ver:

http://www.abc.com.py/2008-09-05/articulos/447990/ee-uu-apoya-programa-de-seguridad-de-paraguay

La diplomática acotó que “básicamente estuvimos repasando lo que la cooperación del Gobierno de Estados Unidos ha venido trabajando y algunos temas posibles para el futuro”. Añade que hablaron de “algún posible apoyo a la Policía”.
El tipo de “apoyo” en la materia que ha brindado Estados Unidos en el pasado a Paraguay es bien conocido por quienes sufrieron cárcel, destierro y tormentos en los centros de detención que bajo la atenta mirada de la CIA norteamericana, mantuvo el dictador anticomunista Alfredo Stroessner entre 1954 y 1989.

La penetración de los organismos de seguridad en América Latina durante el siglo XX constituye, sin ninguna duda posible, uno de los episodios más siniestros y vergonzosos en la historia del imperialismo.

Con coartadas como la expuesta por Ayalde a Filizzola, Washington perpetró una invasión solapada que ha dejado como legado a esta región del mundo un pasado de golpes de estado, dictadores sanguinarios, escuadrones de la muerte, desaparecidos, asesinatos políticos, torturas y represión.

Entre otros documentos de los Archivos del Terror, quedó como testimonio de la siniestra presencia norteamericana en Paraguay, un memorando fechado en Washington el 8 de Octubre de 1956, en el que se le asigna como asesor de la temible Policía política y en el que aparecen como participantes en los papeles Mr. Da Silva, primer secretario de la embajada paraguaya, Dr. Oscar Insfrán (un asesor del obispo Fernando Lugo), segundo, Mister Rubottom (ARA) Y Mister Havemeyes (OSA). Se consigna en el documento que se envió una copia a la embajada de Asunción, cifrado ARA (Mr. King), ICA (Mr. Atwood), ARA (Mr. Rubottom) y OSA. Durante

El historiador Carlos Soria Galvarro narra que para ser nombrado ministro durante el gobierno de René Barrientos en Bolivia, Antonio Arguedas Mendieta hizo un degradante pacto con Larry Sternfield, el jefe de la estación de la CIA en Bolivia: si pasaba un interrogatorio sobre su verdadera identidad los norteamericanos aceptarían su nombramiento. “Lo llevaron a Lima escoltado por el agente Leondiris y lo sometieron a cuatro días de preguntas ante un detector de mentiras y hasta lo inyectaron con pentotal, la “droga de la verdad”. Arguedas pasó todas las pruebas y en agosto del 66 fue nombrado ministro de Gobierno”.
Arguedas, que había militado en su juventud en el Partido Comunista Boliviano, confesó antes de morir que en venganza por las humillaciones a que lo sometía la CIA, envió a La Habana una copia de los microfilms que habían hecho los norteamericanos del diario del Che Guevara y otros documentos.

Si alguien piensa que este trato denigrante recibido por un funcionario latinoamericano por parte de los personeros del imperio es cosa del pasado, se equivoca. En Paraguay, antes de ser admitidos en el programa Umbral –herramienta de penetración de Estados Unidos en las oficinas públicas paraguayas-, los voluntarios paraguayos son sometidos a pruebas similares con detectores de mentiras similares a los usados con Arguedas.

El tratamiento recomendado hoy en Washington, para los detenidos en cárceles secretas de la CIA en todo el mundo no ha variado mucho desde los tiempos de la guerra fría, cuando los cadáveres de disidentes paraguayos eran arrojados a los ríos con las cavidades craneanas perforadas, las cabezas sin orejas, con los torsos brutalmente torturados, y los órganos genitales seccionados.

Merced a la obsecuencia de ministros como Filizzola, nuevamente se ciernen hoy sobre el Paraguay la amenaza de persecución, la miseria y la electrocución, aunque esta vez con la bendición de la iglesia de Joseph Ratzinger, bajo el signo oscurantista de la Cruz de Torquemada y siempre bajo las alas del águila yanqui.


LA REPRESIÓN LUGUISTA

La represión luguista

Persecución, allanamientos, apresamientos ilegales, torturas, violación de derechos humanos, muerte. Es la situación que se vivió en el norte del país tras la militarización dispuesta por el clérigo-presidente Fernando Lugo.

Los habitantes de San Pedro, Concepción y Amambay sufrieron en carne propia lo que significa el compromiso del gobierno de Lugo-PLRA con la defensa de la propiedad privada de los sojeros, de los ganaderos, de las trasnacionales.

“Vamos a ser duros con la aplicación de la ley en defensa de la propiedad privada y en defensa de las inversiones”, había advertido en varias ocasiones Lugo desde que asumió. Lo mismo dijo varias veces su Ministro del Interior, el “progresista” Rafael Filizzola.

Ambos cumplieron a rajatabla su promesa hecha a los ricos y dueños de este país. Ambos incumplieron a rajatabla todas y cada una de las promesas hechas al pueblo trabajador que creyó que con ellos llegaba el cambio verdadero.

Para el lunes 12 de enero el operativo arrojó como saldo el primer muerto en la Colonia Hugua Ñandú, de Concepción: Martín Ocampos Páez, director de la Radio Comunitaria Hugua Ñandú FM, que funciona en una escuela construida por la comunidad.

Martín Ocampos también era miembro del Comité de Productores en formación de esa localidad.

Inmediatamente después sobrevino la serie de denuncias de torturas a los campesinos detenidos, según relato de las víctimas que recogió la Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay (CODEHUPY) a través de su equipo jurídico. Miembros de comunidades cercanas también denunciaron extrema violencia policial-militar-fiscal en las intervenciones que se siguieron desarrollando en forma encubierta, dado que la prensa anticomunista escondió el polvo bajo la alfombra.

Hasta el Obispo de Concepción Zacarías Ortiz y médicos independientes denunciaron que los detenidos por militares, policías y fiscales fueron torturados brutalmente, siendo desgarradores los relatos.


Bárbaro atropello

En Alto Paraná, cerca del km. 30 de la ruta Ciudad del Este a Encarnación, el 24 de febrero de 2009, centenares de policías blandiendo armas de fuego y disparos intimidatorios atropellaron el asentamiento Primavera, establecido hace 4 años, sin ninguna orden judicial, donde moraban y trabajaban alrededor de 100 familias campesinas.

Las fuerzas represivas destruyeron y quemaron viviendas precarias y herramientas de labranza, como en los tiempos de la dictadura terrorista de Stroessner.

La violencia afectó también a los asentamientos Comuneros y Tavapy, establecidos pacíficamente hace tiempo.

El pretexto de la represión, es como siempre “la defensa de la sagrada propiedad privada”, que en este como en otros casos significa la defensa de tierras mal habidas, o de despojos privados de las tierras fiscales que pertenecen a todo nuestro pueblo y especialmente a los campesinos trabajadores. LAW
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COMUNICADO DE REPUDIO A LA REPRESIÓN LUGUISTA

Las organizaciones abajo firmantes, repudiamos enérgicamente la persecución política contra los luchadores comunistas de la localidad de Yasy Cañy. Denunciamos que el presidente Lugo militarizó los departamentos de San Pedro, Concepción y ahora Canindeyu, en un intento de implantar la ley antiterrorista contra los luchadores populares. Exigimos al gobierno que retire a los militares de la represión y que ponga fin a la criminalización de la protesta campesina, exigimos la libertad de todos los presos políticos del Partido Patria Libre, el MAP y demás organizaciones políticas y sociales campesinas, el esclarecimiento de los asesinatos en el marco de la represión del Operativo Jeroviaha, como el de Ocampos Páez ( Concepción ), Juan Esteban González ( Alto Paraná ) y las torturas en sede militar de Sebastián Martínez (65 años,) sus hijos Héctor y Alcides, Crispín Fernández, Américo Fernández y Néstor Daniel Ocampos ( San Pedro. ) Especialmente hacemos responsable al gobierno por la integridad física de Casildo López de la Unión Campesina del Norte quien se vio obligado a pasar a la clandestinidad por las torturas y asesinatos a las que son sometidos los dirigentes campesinos. Convocamos a las organizaciones defensores de DDHH de Paraguay e internacionales que se involucren en la defensa del pueblo frente a la aberrante persecución inhumana que está sucediendo en Paraguay.

Liga Argentina por los Derechos del Hombre

Nora Cortiñas - Madre de Plaza de Mayo ( L. F. )

Coordinadora por la Libertad de los Presos Políticos

FETERA FLORES

Comisión por los DDHH de Paraguayos Residentes en Buenos Aires

Movimiento Nacional de Víctimas de la Dictadura – Secretaría Internacional -.

Agencia de Noticias Aratiri ( ANA )

VER MÁS EN:

http://www.deigualaigual.net/es/actualidad/97-latinoamerica/3307-organismos-de-ddhh-argentinos-repudian-persecucion-politica-en-paraguay

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