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domingo, 8 de febrero de 2009

REPRESORES INTOCABLES EN EL PAÍS DE NUNCA JAMÁS

LUIS AGÜERO WAGNER- Decía el escritor argentino Rodolfo Walsh que quienes lograban apoderarse de la historia tenían en sus manos la posibilidad de convertirse en dueños de todas las otras cosas, axioma que en Paraguay se cumple como una operación matemática. Cuando algún nefasto personaje logra acomodarse en alguna encumbrada posición del gobierno, o convertirse por alguna razón en personaje influyente dentro de la sociedad, sus pecados de juventud son complacientemente borrados del pasado en forma proporcional a la que sus virtudes se multiplican geométricamente.
El fenómeno alcanza incluso a sus parientes, algunos de los cuales son rescatados del olvido o el anonimato para convertirse en destellantes héroes civiles.
Así, uno de los tantos fraudes perpetrados durante la interminable transición democrática paraguaya fue la falsificación de la memoria. Las historias se acomodaron de manera complaciente al continuismo gatopardista que caracterizó a los sucesos del 3 de febrero de 1989, y el pasado servil al dictador Stroessner de muchos políticos, comunicadores y periodistas pasó a convertirse en un tema tabú.
Muchos que no habían levantado la voz jamás para hacer notar alguna actitud oprobiosa de la dictadura, pronto aparecieron cargados de “méritos” que sólo existían en la propaganda del parnaso que maneja la superestructura en Paraguay.
En casos aún más exagerados, se trataba de represores arrepentidos que habían servido a la tiranía con diligente obsecuencia. Veamos algunos ejemplos.

El industrial del odio

Edgar L. Ynsfrán se constituyó en uno de los afortunados favorecidos por la fortuna que tras haber ocupado el ojo de la tormenta en la época de más sangrienta represión, en la primera década de gobierno del dictador Stroessner. Tan relevante llegó a ser su papel que una respetada figura de la oposición paraguaya, el veterano dirigente febrerista Juan G. Granada, lo bautizó con el elocuente mote de “el industrial del odio”.
Durante su reinado capitaneó la represión política ordenando arrancar ojos y castrar a los disidentes, antes de arrojarlos desde un avión sobre las aguas del río Paraná, constituyéndose así en precursor de los tristemente célebres vuelos de la muerte de la Junta Militar que dirigió el mal llamado “Proceso de Reorganización Nacional” en Argentina de 1976 a 1983.
Al ser derrocada la dictadura paraguaya el 3 de febrero de 1989 por un golpe militar, Ynsfrán pasó a constituirse en egregio padre de la democracia paraguaya y ocupó importantes posiciones en el gobierno democrático, sin que nadie se escandalice por ello. Era lógico que así sea, dado que la mayoría de los padres de la democracia habían sido en realidad luchadores selectivos contra ciertas etapas de la dictadura.

Epifanio Méndez Fleitas, agente de la CIA

Desde que el obispo Fernando Lugo apareció en la política paraguaya apadrinado por testaferros del imperio y por los maccartistas propietarios de medios de comunicación que prosperaron empresarialmente merced a la dictadura de Stroessner, volvió a ensalzarse a Epifanio Méndez Fleitas, quien fuera un gran colaborador de la dictadura desde importantes funciones ( entre ellas, presidente del Banco Central del Paraguay a fines de la década de 1950).
Epifanio Méndez, acusado por el recientemente desaparecido agente de la CIA Philip Agee de haber pertenecido a la inteligencia estadounidense, constituye uno de los desafortunados impulsores del fascismo y la dictadura en Paraguay que por haber caído en desgracia con sus poderosos aliados devino en “luchador” contra la misma autocracia que ayudó a consolidar.
Antes de ser radiado por su amigo Stroessner, que no era el primer dictador a quien servía, Méndez había sido gestor de la “conversión” de muchos opositores paraguayos desterrados, a quienes extorsionaba para volver al terruño imponiéndoles lealtad al partido gobernante. Se había familiarizado como chantajista cuando fue jefe de policía en tiempos del dictador Higinio Morínigo en la década anterior a Stroessner, y tenía a su cargo la liberación selectiva de detenidos por causas políticas durante la guerra civil que azotó al Paraguay en 1947.

Víctor Baez Mosqueira, delator devenido en héroe sindical

Victor Baez Mosqueira hoy ocupa un alto cargo en una organización sindical internacional, la ORIT. Conocido como valiente defensor de los trabajadores, nunca puso la cara ante las reiteradas "invitaciones" a un careo donde se puedan sustentar las acusaciones de haber sido informante de la policía política de Stroessner, las cuales así quedaron sin haber sido nunca refutadas.
Lo único que hicieron sus improvisados abogados en pago por favores recibidos –y mediocremente- para tratar de limpiar la imagen del "referente sindical", es editar un folleto de mas de 80 paginas en donde en ninguna de ellas se explica la razón por la cual Baez Mosqueria aparece delatando a sindicatos en más de 200 registros del Archivo del terror.
El libro ocupó todas sus paginas en un montón de cartas de apoyo de personas y referentes paraguayos que de alguna u otra forma estaban aplicando la ley del "hoy por ti mañana por mi", como si la historia no demostrase que gracias al excelente trabajo de la inteligencia imperialista muchos espías han sido grandes referentes populares y hasta han ocupado cargos claves en organizaciones revolucionarias.

De operativo de la policía política a espíritu rector de la democracia paraguaya

Juan Manuel Morales es el más insólito entre casos insólitos. A él rinden pleitesía los más influyentes políticos, desde auto referenciados luchadores contra la dictadura hasta el presidente del Congreso paraguayo Miguel Abdón Saguier, aunque sea bien conocido su papel de informante de uno de los más temibles represores de los años del terror en Paraguay. El secreto está en que maneja el presupuesto de la Justicia Electoral paraguaya desde su cargo de Ministro del Supremo Tribunal Electoral, alturas desde donde decide cupos para la clientela de los más encumbrados personajes de la política doméstica.
El sanguinario torturador de quien Morales era subalterno, el comisario Alberto Cantero, es recordado por sus crueles ejecuciones de disidentes, a quienes luego de piletear y picanear con corriente eléctrica, en ocasiones amputaba las manos o colgaba de ganchos clavados en la espalda desde el techo, dejando horrorosas manchas de sangre en las baldosas del departamento de investigaciones. Muchas de las víctimas de este personaje digno de una película de terror fueron entregadas a sus verdugos por Morales, quien hoy juzga actas electorales y cuenta votos para entronizar presidentes, gobernadores, senadores, diputados, intendentes y concejales paraguayos.

Queda demostrado con esta breve reseña que no solamente el benefactor de centros de detención y tortura de la dictadura paraguaya Aldo Zucolillo, ni el bufón de Stroessner y animador de cumpleaños Humberto Rubín, ni el Gunther Grass paraguayo, el ex policía de la dictadura y escribiente del maccartismo Alcibíades Gonzalez Delvalle, constituyen raras avis dentro de la prodigiosa fauna paraguaya. A pasado de máscaras, presente de ignominias.


EL MAGNATE, EL OBISPO Y EL TERRORISTA

Rockeller fue varias veces invitado a Paraguay por un connotado miembro de la distinguida Sociedad de Las Américas (The Americas Society), "institución sin fines de lucro dedicada a informar a la gente de Estados Unidos sobre las sociedades y culturas del Hemisferio Occidental". En esta sociedad departen entre otros los chilenos Agustín Ewards, Alvaro Saieh, Fernando Léniz, Edgardo Boenninger, el venezolano Eugenio A. Mendoza -de la segunda familia más millonaria de ese país y la tercera continental-, el brasileño José Ermírio de Moraes, de la cuarta familia latinoamericana; la multimillonaria argentina Amalia Lacroze de Fortabat, el estadounidense David Rockefeller, Gustavo Cisneros, entre otros grandes multimillonarios e influyentes políticos del continente.
El anfitrión, el paraguayo Conrado Pappalardo, era entonces un influyente diputado oficialista, antes de bajar el perfil a raíz de las investigaciones que se le abrieron por el asesinato del vice-presidente Luis María Argaña en marzo de 1999. Estamos hablando de la misma persona que, desempeñándose como jefe de Protocolo de la Cancillería de Alfredo Stroessner, en julio de 1976 presionó a George Landau, el embajador de Estados Unidos de la época -invocando "un favor" solicitado a Stroessner por su colega Augusto Pinochet-, para que obtuviera sendas visas en dos pasaportes paraguayos falsos a dos supuestos empresarios cuyos nombres eran Juan William Rose y Alejandro Romeral.
El verdadero “negocio” de estos hombres, cuyos verdaderos nombres eran Michael Vernon Townley y Armando Fernández Larios, era asesinar a Orlando Letelier en Washinton el 21 de Septiembre de ese año.
Hoy conocemos de aquella conjura del Plan Cóndor porque el embajador Landau fotografió los pasaportes antes de estampar las visas y ésa fue la clave que le permitió al fiscal Eugene M. Propper desenredar el ovillo del crimen.
La paulatina desclasificación de documentos ha revelado los entretelones de aquella tenebrosa conjura para asesinar al canciller chileno con escalofriante precisión, incluyendo las razones por las cuales los sicarios de Letelier terminaron utilizando documentos chilenos en lugar de los paraguayos, en virtud de información que sólo pudo venir de la inteligencia estadounidense.
Un memo del Departamento de Estado demuestra que éste estaba al tanto de las extrañas maniobras en la sede diplomática de Asunción desde el 1 de septiembre de 1976. Un anexo de un informe de la CIA a su vez demuestra que la oficina de Langley estaba en conocimiento de la trama que acabaría con el ex canciller chileno desde el 29 de julio de 1976, aunque no se explicaba porqué los asesinos incluso tenían el teléfono de la oficina del general Vernon Walters que le había proveído Pappalardo.
La documentación también explica que el 5 de agosto el embajador notificó al Secretario Adjunto de Estado Harry W. Shlaudeman del asunto, y al día siguiente se recibieron en Washington copias fotostáticas de los documentos que había tramitado Pappalardo para los asesinos. Shlaudeman notificó del extraño caso al servicio de Inmigración y se tomaron las medidas para negar la entrada a Estados Unidos a los sospechosos.
Este detalle del pasado de Conrado Pappalardo resuelve el misterio de la encendida defensa a la impunidad de Pinochet que acostumbra hacer el diario ABC Color de la capital paraguaya, como cuando el ex dictador chileno fue detenido en Londres por orden del juez Baltasar Garzón. Es que su cuñado el propietario del periódico, Aldo Zucolillo, estuvo a punto entonces de soportar un bochorno familiar con la extradición a Inglaterra de su pariente.
Durante su reciente visita a New York, el obispo Fernando Lugo fue guiado por la ciudad por este tenebroso operador del Plan Condor involucrado nada más y nada menos que con los asesinos de Orlando Letelier.-

UN EX POLICÍA HOY CONVERTIDO EN RESPETABLE ESTRELLA DEL PERIODISMO

¿Qué méritos hizo Alcibiades González Delvalle para ascender el 7 de septiembre de 1962 a oficial 1º de Policía por decreto 24.581, firmado por Alfredo Stroessner y Édgar L. Ynsfrán? ¿Cuántas veces aplicó la picana eléctrica? ¿A cuántos integrantes del FULNA o del Movimiento 14 de mayo apresó? ¿Cuántos "comunistas" pileteó?
Grandes misterios sin resolver, enigmas sin respuesta perdidos en la nebulosa del pasado de este privilegiado zoquetero del gobierno municipal colorado de Enrique Riera y referente periodístico de la ultraderecha tilinga: Alcibiades González Delvalle.
Para dimensionar la hipocresía de quienes lo defienden, basta leer cómo actúa el diario ABC en otros casos:

a) Opinión de Jesús Ruíz Nestosa sobre Gunter Grass
Los "pecados" de juventud.
MADRID. El reconocimiento por el escritor alemán Gunter Grass de haber pertenecido en su juventud a las Waffen-SS, el ejército que había formado Hitler para secundarlo en sus planes, levantó, más que polvareda, una inmensa tormenta de arena. Nadie habrá podido calcular lo que sucedería una vez que se conociera la noticia, después de un velado "mea culpa" que hizo en público un poco antes de aparecer el libro con su autobiografía. (JESÚS RUÍZ NESTOSA. ABC. Asunción, Domingo 24 de Septiembre de 2006).
Política

b)Arrepentido a medias Cristóbal Sánchez, representante del gremio de los abogados ante el Consejo de la Magistratura, que aún no pudo jurar en el cargo, admitió ayer ante la Comisión de DD. HH. del Senado que se equivocó al haber ido, en el tiempo del stronismo, al Departamento de Investigaciones de la Policía a tomar declaración a presos que habían sido torturados. Sin embargo, dijo que su motivación fue para apurar el trámite por el cual pasaban estas personas y que pudieran salir “de esas mazmorras”. (ABC. Asunción, jueves 03 de mayo e 2007).

c) Juan Manuel Morales era soplón del Departamento de Investigaciones
Juan Manuel Morales, quien funge actualmente de presidente del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), era un soplón del Departamento de Investigaciones, la temible policía política del general Alfredo Stroessner, comandado por Pastor Coronel (ya fallecido) y el comisario Alberto Cantero, según los Archivos del Terror. (ABC. Asunción, Miércoles 18 de abril de 2007)
Olvidan sus abogadas al pretender defender a este chancho de su chiquero periodístico, cuánto dinero robado durante la dictadura a las arcas de la intendencia del ejército, a la Flomeres, IPS y el Banco Nacional de Fomento costó al pueblo paraguayo la inauguración de los medios de comunicación que le valieron su ascenso al coronel Pablo Rojas.

Así como tardaron 30 años para descubrir que el país vivía bajo una dictadura, y hoy no terminan de jactarse de la lucha que la National Endowment for Democracy les financió contra la fase terminal del régimen que les proveyó los recursos para inaugurar sus medios de comunicación, no es extraño que lleven 46 años sin enterarse que el impoluto moralista de la pluma Alcibiades González Delvalle sirvió como tenebroso policía de Stroessner durante la etapa más sangrienta de la dictadura.

A mediados de 2006 el mundo se enteró, en revelación hecha por el mismo interesado, que el escritor alemán Gunter Grass sirvió unos meses, a los 17 años de edad, en las Waffen SS y de que ocultó por sesenta años la noticia, haciendo creer que había sido soldado en una batería antiaérea del ejército regular alemán. No sorprende en absoluto que Grass ocultara su pertenencia a una tropa de élite visceralmente identificada con el régimen nazi, de tan siniestra participación en tareas de represión política, torturas y exterminación de disidentes y judíos, aunque, como ha dicho, él no llegara a disparar un solo tiro antes de ser herido y capturado por los norteamericanos.
Pero a diferencia del ex policía de la etapa más sangrienta de la dictadura Alcibiades González Delvalle, Gunter Grass no esperó a que aquel remoto episodio de su juventud llegara a conocerse por otras fuentes, echando sombra sobre su nombre y reputación de escritor comprometido. Dentro de algunos meses, ya nadie recordará el paso del escritor alemán por las SS pero la gloria de su trilogía novelesca de Danzig, en especial "El Tambor de Hojalata", se mantendrá intacta.


No sería ecuánime que el mismo destino tuvieran quienes como el policía de la cultura decidieron escudarse, y no en el talento ni el compromiso que nunca tuvo en abundancia, sino en el posicionamiento alcanzado mediante políticos corruptos, intereses foráneos y el olvido propio de una sociedad impura.

APÉNDICE DOCUMENTAL:

PERIODISTA INDEPENDIENTE PRESO, TORTURADO Y DESTERRADO POR LA DICTADURA ACUSA A ALCIBIADES GONZALEZ DELVALLE DE HABER SIDO UN SANGUINARIO REPRESOR EN LA ETAPA MÁS SANGRIENTA DE LA DICTADURA

Un periodista perseguido por sus pecados de juventud
por Nemesio Barreto Monzón Wednesday, Oct. 17, 2007 at 11:00 AM
barreto (at) rieder.net.py 595-21-901955 Lambaré - Paraguay

En Paraguay la generación más joven se quedó con el recuerdo de Alcibíades González Delvalle como un periodista perseguido. Pero este perseguido tenía otras historias. Sus pecados de juventud fueron ocultados y sólo se divulgó el final de la película en la que el héroe no es más que un villano adecentado.

Hace dos semanas, el comisario retirado Carlos Duria Viveros envió una carta al director de "Abc Color", en la cual decía lo siguiente: “Soy policía retirado y tengo buena memoria, por eso lo recuerdo a Alcibíades González Delvalle, con pelos, marcas y señales. El pertenecía a nuestros cuadros policiales y creo que aprendió, como alumno aventajado, el arte de confundir y engañar, ‘hacer creer que’ ‘lanzar chismes’ para desacreditar a alguien, inventar aventuras de alcoba y otras técnicas sofisticadas utilizadas en aquel tiempo por el régimen de Alfredo Stroessner, para perpetuarse en el poder". (Fuente: ABC. Cartas al director. Jueves, 4 de Octubre de 2007).

En respuesta a la ecusación contenida en la carta citada, Alcibíades González Delvalle ensayó una tímida defensa en un artículo titulado "Nunca fui policía". La defensa de Alcibíades tuvo un efecto contrario al deseado, pues terminó confesando que cobraba un sueldo en la Policía de Stroessner, sin aclarar en qué concepto, y en qué consistía específicamente su "trabajo".

En su artículo/defensa dice Alcibíades: ¿Qué se me reprocha? No soy de los que se dieron cuenta de que Stroessner había sido un dictador recién después del 3 de febrero de 1989". (1). La pregunta que habría que hacerle a Alcibíades González Delvalle es, entonces, ¿cuándo descubrió él la dictadura de Stroessner? Con toda seguridad que no fue en la década del sesenta, pues cobraba un sueldo en la Policía en virtud de un Decreto firmado por el mismísimo dictador Stroessner. 1) Fuente: "Nunca fui policia". www.larueda.com.py/ (8/10/07). Observación: Este texto fue suprimido de la página de opinión del diario ABC del domingo 14/10/07.

Alcibíades dice también que "Fue así como le hablé al jefe del Departamento y director del programa radial, el comisario Abelardo Burgos, quien obtuvo para mí un rubro de oficial segundo. Fue a fines de 1962. Creo que dos años después hubo una vacancia en el rubro de oficial primero, que me fue concedido". ¿En qué concepto exactamente le pagaba la policía? Conociendo que la única distracción literaria del dictador era la de leer la "Guía telefónica", es difícil creer que Alcibíades cobrara un sueldo en la Policía sólo por escribir ditirambos y serventesios.

¿Encubrimiento o silencio cómplice?

Cuando el propio Gunter Grass reconoció que en su juventud perteneció a las SS de Alemania, Jesús Ruíz Nestosa, inmediatamente redondeó un artículo en el que decía: "Nadie habrá podido calcular lo que sucedería una vez que se conociera la noticia, después de un velado "mea culpa" que hizo en público un poco antes de aparecer el libro con su autobiografía.(...) Mario Vargas Llosa, en su columna quincenal que aparece en el diario español "El País" y en un centenar de diarios alrededor del mundo, buscó exculpar al Premio Nobel de Literatura. Muchos otros... siguieron por este camino. Consideraron que se trataba de un pecado de juventud y no por eso había que menospreciar su obra ni la actitud que asumió durante tantos años en que se convirtió en algo así como la "conciencia moral" de Alemania. ("Los pecados de juventud". Abc-color, 24 de Septiembre de 2006). Cuando Jesús Ruíz Nestosa "se enteró" de que su querido amigo Alcibíades fue oficial asalariado del dictador Stroessner, le ocurrió lo mismo que a Vargas Llosa. La única diferencia es que Ruíz Nestosa exculpó -o encubrió- a Alcibíades con un lamentable silencio.

Memoria histórica

La generación más joven se quedó con el recuerdo de Alcibíades González Delvalle como un periodista perseguido. Pero este perseguido tenía otras historias. Alcibíades Cristóbal González Delvalle, nació el 10 de julio de 1936, se incorporó a los 22 años en la temible policía de Stroessner en una de las épocas más duras de la represión, cuando el Ministro del Interior Edgar Ynsfrán y el coronel norteamericano Robert K. Thierry encontraban "comunistas" hasta en la sopa. Para quienes no conocen este capítulo de la historia, es saludable que lo sepan: Alcibíades González Delvalle fue policía en un período de crudelísima represión, dirigida por el ministro Ynsfrán. Según una publicación de la época “La masacre de prisioneros de Tava-i fue dirigida personalmente por Edgar L. Ynsfrán, el general Patricio Colmán, y el siniestro torturador Arturo Hellman”. (Fuente: ‘‘CRIMENES Y ATROCIDADES DE STROESSNER’’. 1960).

El ministro del Interior, Edgar L. Ynsfrán, contaba con un eficiente equipo de colaboradores, con licencia para matar. El coronel norteamericano Robert K. Thierry, el general Patricio Colmán, el coronel José María Argaña, José Ignacio Irrazábal, el Jefe de Policía Ramón Duarte Vera, Riveros Taponier, Juan Erasmo Candia, Alberto Raimundi, Arturo Hellman, Alberto Planás, Antonio Campos Alum. (Luego vendrían Sabino Montanaro, Pastor Coronel, Camilo Almada Morel, Lucilo Benítez, Alberto Cantero, Juan Martínez, Dionisio Noldin, Nestor Alvarenga, entre muchos otros). El equipo del Ministro Ynsfrán se especializó en fabricar comunistas para luego proceder a reprimir a los subversivos y conspiradores “contra el ilustrado gobierno colorado del general Stroessner”; ordenaba que a los subversivos se les sacara los ojos y se los castrara para luego arrojarlos al río Paraná. (Fuente: Epifanio Méndez. Lo Histórico y Antihistórico en el Paraguay. Buenos Aires, 1976. Revista Ñande. N° 147. Asunción, septiembre de 1965. "Crímenes y atrocidades de Stroessner’’. Editado en la Argentina en 1960. Gaceta Oficial. Asunción, 1959-1964).

En Resumen, entre 1956-1966 se registró en Paraguay un período de crudelísimas represiones. Era la época en que el general Patricio Colmán se divertía arrojando de sus avionetas a enemigos políticos del régimen de Stroessner, guerrilleros supuestos o reales. El general Colmán fue una especie de “adelantado” –en sentido ibérico del vocablo -; sus “vuelos de la muerte” fue puesto en práctica en Paraguay 15 años antes de que lo hicieran Adolfo Scilingo y el capitán Jorge Eduardo “el tigre” Acosta, en la Argentina.

Nemesio Barreto Monzón
(CIN° 2.491.906)
barreto (at) rieder.net.py

Apéndice:

PRUEBAS DE QUE ALCIBIADES GONZÁLEZ DELVALLE FUE POLICÍA DE LA DICTADURA
Ministerio del Interior

Decreto N° 13.125, del 9 de noviembre de 1960, por el que se nombra como Oficial 2° de Orden Público, Tránsito e Investigaciones de la Policía de la Capital, al Señor Alcibíades González Delvalle. Vista: Nota P.E. N° 394 (Exp. N° 2.167/1.067).

El Presidente de la República del Paraguay DECRETA: Artículo 1°) Nómbrase Oficial 2° de Orden Público, Tránsito e Investigaciones de la Policía de la Capital, al Señor Alcibíades González Delvalle, con antigüedad del 1° de octubre del año en curso.

Firmado: Alfredo Stroessner, Presidente de la República.

Firmado: Edgar Ynsfrán, Ministro del Interior. Fuente: GACETA OFICIAL N° 107. Páginas 2-3

Ministerio del Interior

Decreto N° 24.581, del 7 de septiembre de 1962, por el que se da de baja, se asciende y se nombra Oficiales de la O.P.T.I. (Orden Público, Tránsito e Investigaciones de la Policía de la Capital). Vista: Nota P.E. N° 342 (Exp. N° 1.310/704).

El Presidente de la República del Paraguay DECRETA:

Artículo 2°) Asciéndese a Oficial 1° de la O.P.T.I. (Orden Público, Tránsito e Investigaciones de la Policía de la Capital) al Señor Alcibíades González Delvalle, con antigüedad del 1° de agosto del año en curso.

Firmado: Alfredo Stroessner, Presidente de la República.

Firmado: Edgar Ynsfrán, Ministro del Interior.

Fuente: GACETA OFICIAL, 7 de septiembre de 1962. Página 6.

Nota: Según la legislación entonces vigente; es decir, la Ley N° 106/51, Estatuto Policial, que fuera promulgada el 28 de agosto de 1951, por Federico Chaves, Presidente de la República, y por Evaristo Zacarías Arza, Presidente de la H. Cámara de Representantes. Conforme a Ley N° 106: Artículo 21. "El Departamento de Orden Público cumple las funciones generales de la Policía de Seguridad y tiene igualmente a su cargo el trámite de los sumarios de prevención policial (Decreto-N° 11.321), en la jurisdicción de la Policía de la Capital". Ver también los artículos 41, 42 y 56.

EX CAMARADA DELATA A GONZALEZ DELVALLE

Asunción, Paraguay, Jueves 04 de Octubre de 2007
Política (ABC)
Cartas al director
El comisario principal (SR) Carlos Duria Viveros remitió una carta al director de ABC Color, en la cual se refiere a un comentario titulado “El crimen perfecto”, firmado por el periodista Alcibiades González Delvalle, publicado en nuestra edición del 30 de setiembre pasado. El texto de la misiva expresa lo siguiente:

“Soy policía retirado y tengo buena memoria, por eso lo recuerdo a Alcibiades González Delvalle, con pelos, marcas y señales. El pertenecía a nuestros cuadros policiales y creo que aprendió, como alumno aventajado, el arte de confundir y engañar, ‘hacer creer que’ ‘lanzar chismes’ para desacreditar a alguien, inventar aventuras de alcoba y otras técnicas sofisticadas utilizadas en aquel tiempo por el régimen de Alfredo Stroessner, para perpetuarse en el poder. Y que González Delvalle lo sigue utilizando sin ningún rubor.

Pero hoy su técnica de confundir y engañar me afecta a mí, ya que soy uno de los 25 ciudadanos que han sido declarados inocentes y libres de culpa y pena por la justicia paraguaya, después de 8 años de terribles sufrimientos y persecución injusta de parte de los detentadores del poder, para evitar que se conozcan quiénes fueron los verdaderos asesinos de los jóvenes en la plaza, y que los mismos vayan a parar a la cárcel.

Ladinamente, González Delvalle asocia la libertad de Lino Oviedo con una medida del Sr. Presidente de la República Dr. Nicanor Duarte Frutos, para hundir a la oposición, y nos coloca a nosotros, los que hemos sido hoy liberados, en la misma situación, como si hubiéramos recibido una sentencia de favor de los señores jueces, por motivos políticos, ¡a pesar de ser culpables!, agregando también que somos la imagen de los ciudadanos que hemos construido ‘un pueblo trágico’ y ‘un pueblo sufrido’ y de que ‘los paraguayos hemos nacido para arrastrar la cruz’.

La muerte del Dr. Argaña y la de los jóvenes de la plaza produjo la mayor oleada de crímenes, falsos testimonios, sentencias judiciales aberrantes y las persecuciones más escandalosas de este siglo, amen de someternos al escarnio público al presentarnos como asesinos en la portada de los diarios, y de obligarnos a soportar por casi un lustro a un gobierno usurpador que dilapidó centenares de millones de dólares de las arcas públicas para comprar y enriquecer a sus lacayos.

¿Quiénes se beneficiaron de los dólares de ese gobierno usurpador?

¿No respondían la mayoría de los jueces, fiscales y abogados a ese gobierno usurpador?

¿A quiénes interesaba que no se conociera a los verdaderos culpables?

¿Quiénes usufructuaban los cargos públicos mejor pagados?

Si hubiese habido el más mínimo olor a pólvora en mis manos, no hubiese estado yo hoy día en Tacumbú, condenado a la máxima pena?

Hoy me siento un hombre bendecido por Dios, pues en un mismo día, domingo 30 de abril, ABC publicó el artículo de González Delvalle, que estoy comentando. La entrevista a Marcelo Paz Ibáñez, coordinador de los jóvenes por la democracia en el marzo paraguayo, quien relata valientemente quiénes fueron los ‘VERDADEROS ASESINOS’, y el artículo de opinión del señor Helio Vera, en que reproduce un decálogo ético e ideal para la prensa, de donde se rescata la ‘obligación de la verdad, la lealtad a los ciudadanos, la disciplina de la verificación, la independencia de hechos y personas, apuntando a la vez a un problema real, la pretensión del periodista que, envuelto en la blanca toga de la infalibilidad, se aparta de la lógica de los puros hechos, para hacer su propia guerra’.

No le ofrezco el sayo a González Delvalle, sino considero un logro para lademocracia y la libertad que un medio de prensa pueda ofrecernos dos versiones diferentes sobre un mismo hecho, y una visión crítica sobre el papel de la prensa, como la de Helio Vera, y creo que mediante ello los ciudadanos estamos madurando aceleradamente para distinguir la verdad de la grosera manipulación de los hechos.

En varias ocasiones he leído en ABC verdaderos desafíos a González Delvalle para que acepte debatir en público o en privado, acerca de las pruebas existentes en los casos ‘Argaña y plaza’, y jamás leí una respuesta a dichas cartas, y sin embargo, sin el más mínimo resto de pudor, este periodista continúa con sus ataques contra nosotros, como si nada hubiera pasado.

Yo, por mi parte, humildemente le ofrezco a mi ex camarada Alcibíades compartir los documentos que poseo, en privado o en público, para despejar sus dudas y demostrarle la persecución injusta de la que muchos hemos sido víctimas.

A pesar de todo, si fuera por mí, Alcibíades González Delvalle debería continuar escribiendo su columna de opinión, puede seguir hablando de crímenes perfectos, puede seguir acusándonos de lo que se plazca, o puede continuar siendo escriba a sueldo, si lo fuera, pero le adelanto que existe Dios, y bajo su protección hay algo que no tiene retorno: ‘La verdad ha echado a andar, y nada ni nadie la habrá de parar“, concluye la carta.

PANEGIRISTA DE STROESSNER AGRADECE A GONZALEZ DELVALLE POR SUS SERVICIOS
PRESTADOS A LA DICTADURA

González Delvalle, hombre de la Segunda Reconstrucción.
Por Leandro Prieto Yegros.

En aquella época, no se premiaba a cualquiera. Para acceder a la función
policial, era preciso presentar un currículum de importantes actos deservicio. Y Alcibíades González Delvalle salvó esta prueba con honores, en condición de policía contratado, luego de probarse su implacable lealtad al gobierno del General Stroessner y su ponderado concurso en la tarea de fichar, individualizar y desenmascarar a numerosos adversarios subversivos,mimetizados en el aparato estatal y en el contexto de la sociedad.
Arriba de medio centenar de conspiradores pudo ser detectado gracias a las
eficientes pesquisas llevadas a cabo por González Delvalle.
Frente a tan positivos resultados, él ingresó a las fuerzas policiales, siendo ascendido muy pronto por su energía para reprimir conatos estudiantiles que amenazaron alterar la paz que gozaba la república. Hizo lo propio en el plano sindical, luego de descubrir focos pro-comunistas en el ámbito laboral.
Tales virtudes influyeron para pasarlo a primer plano, como operador policial de alto nivel.
Además de todo esto, sus colaboraciones en la Revista Policial y en otros medios de prensa, defensores de la obra de gobierno del General Stroessner, contribuyeron a promocionarlo legítimamente, como uno de los más connotados intelectuales, granjeándose así la simpatía de las autoridades, que lo presentaron como modelo del policía-escritor, identificado con una causa noble.
Y así como hoy rendimos homenaje a Alcibíades González Delvalle, calificado policía-escritor de la Segunda Reconstrucción, oportunamente lo haremos también con respeto a numerosos ex parlamentarios y ex funcionarios judiciales, que hicieron posible la edificación del sólido edificio institucional, bajo la dirección patriótica e ilustrada del General Stroessner.
Cumplido este deber de gratitud con el amigo, el policía, el escritor, y al leal correligionario, ponemos de resalto que gracias a hombres como Alcibíades González Delvalle, pudo consolidarse el gobierno del General Stroessner y afianzarse el coloradismo en el poder. Ya era hora que se hiciera justicia con tan diligente servidor, ante quien exclamamos:
¡Gracias por haberte jugado a favor de Stroessner! ¡Gracias Alcibíades por
tu labor policial!
¡Gracias por tu aporte al predominio colorado en el Paraguay!
¡Gracias por tus servicios a la Segunda Reconstrucción!
Tus amigos stronistas destacan esta obra tan meritoria de coherencia personal, que pone bien en alto el positivo signo ético que caracteriza el curso de tu vida.
¡ Tu moral de hierro servirá de ejemplo a las nuevas generaciones!
Una vez más…¡Gracias, Alcibíades!

LOS OLVIDOS LLENOS DE MEMORIA

Ya lo sentenció el escritor francés Georges Bernanos: "el verdadero odio es el desinterés, y el asesinato perfecto es el olvido". Alguien redondeó la idea afirmando que el olvido está lleno de memoria, y la Comisión de Verdad y Justicia de Paraguay lo confirmó la semana pasada cuando presentó, con notorias omisiones, su informe sobre las violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura de Alfredo Stroessner.
La dictadura de 35 años que con respaldo del imperio norteamericano encabezó Alfredo Stroessner ejecutó a 59 personas, dejó 339 desaparecidos y torturó a unas 18.772 personas, por quienes el presidente Fernando Lugo pidió perdón en nombre del Estado. El clérigo-presidente se olvidó mencionar, por supuesto, que ganó las elecciones del 20 de abril con la invalorable ayuda del sector que lideraba el extinto dictador.

La presentación del informe final estuvo a cargo del obispo del departamento Misiones, monseñor Mario Melanio Medina, quien gusta recordar que la dictadura lo llamaba "el obispo rojo", aunque hace apenas unas semanas no tuvo remordimientos para firmar un comunicado de apoyo al represor José Antonio Moreno Rufinelli (autor de la liberticida ley 209). La firma debió estamparla como miembro de la Conferencia Episcopal Paraguaya, generando serias dudas sobre su imparcialidad para elaborar un informe que también debería afectar a miembros de la comunidad religiosa católica del Paraguay.
Según consta en los mismo Archivos del Terror paraguayo, abundan ejemplos de religiosos que se involucraron en las actividades represivas de la dictadura, algunos de los cuales oficiaron sin remordimientos como delatores al servicio del temible jefe de la policía política Pastor Coronel. Se ha publicado que el 17 de enero de 1978 la religiosa Gilberta Lovera, por dar un ejemplo, se presentó ante las autoridades policiales solicitando la intervención represiva de las mismas en la Parroquia "San Cristóbal" dado que un charlatán canadiense realizaba allí una prédica subversiva que elogiaba al comunismo. También son bastantes conocidos los ejemplos de capellanes católicos e incluso obispos desvinculados del estado que desde el púlpito cantaban loas a la dictadura militar del General Stroessner.

EL CASO LETELIER, AL FREEZER

Uno de los documentos desclasificados por Washington, que vio la luz en el año 2000, muestra cómo Pinochet personalmente pidió al dictador Stroessner, de Paraguay, que emitiera pasaportes con nombres falsos para Michael V.Townley y Armando Fernández Larios. Estos dos individuos eran agentes de la DINA (policía política chilena) que posteriormente se declararían culpables del atentado mortal contra el ex canciller de Salvador Allende, Orlando Letelier, cometido en Washington el 11 de septiembre de 1976, exactamente tres años después del golpe de Pinochet.
Quienes creen que el entramado diplomático se desmadejará con un relacionamiento más fluido entre gobiernos "socialistas" en Chile y Paraguay, encabezados por Michelle Bachelet y Fernando Lugo, se llevarán una gran desilusión.
Sería un atrevimiento investigar a fondo las implicancias en el brutal atentado de Conrado Pappalardo, escudado en el respaldo del diario de su familia, ABC color, uno de los principales soportes mediáticos del clérigo-presidente de Paraguay Fernando Lugo.
Ni la comisión de verdad y justicia podrían darse el lujo de mencionarlo, ni el obispo podría superar sus compromisos con Aldo Zucolillo y su familia, de tal suerte a propiciar la justicia que corresponde a los asesinos de Orlando Letelier, quienes pueden dormir tranquilos.

COMUNIDAD GAY, MARGINADA

La comunidad gay de Paraguay emitió un comunicado, denunciando haber sido discriminada por el informe. "Es un claro signo de discriminación de la Comisión Verdad y Justicia", expresa el comunicado de su nucleación.

La noticia puede verse en:

www.abc.com.py/2008-08-29/articulos/446035/reclaman-que-verdad-y-justicia-no-investigue-caso-de-los-108
Es más que evidente que esta marginación se relaciona con el carácter de jerarca católico de quien encabeza la Comisión investigadora, Melanio Medina.

OLVIDOS LLENOS DE MEMORIA

Medina también es conocido por aparecer en las secciones políticas de los diarios como un politiquero más, así como por olvidar sistemáticamente a sus privilegiados amigos de la prensa cooptada por la embajada norteamericana en sus "investigaciones" sobre las violaciones a derechos humanos.

Entre estos amigos puede citarse a Aldo Zucolillo, financista del centro de detención y torturas de la dictadura, y de las actividades en Paraguay de la Liga Mundial Anticomunista, además de socio de Massera y Moon. Otro personaje omitido es el cuñado del anterior, involucrado en el asesinato de Orlando Letelier en Washington, Conrado Pappalardo. Tampoco aparece Humberto Rubín, beneficiario con tierras malhabidas por sus servicios de animador de los cumpleaños de Stroessner.
Estos colaboradores impunes del dictador gozan del privilegio de mantener ocultos sus prontuarios merced a los servicios prestados a las campañas de la CIA norteamericana, como agentes y beneficiarios de la National Endowment for Democracy, en los últimos meses de la dictadura de Stroessner, cuando contribuyeron a la desestabilización del anacrónico dictador con su muy bien remunerada disidencia.

Otros privilegiados por el olvido son el Dr. Oscar Ynsfrán, quien participó en la tarea de asignar torturadores al ministerio del Interior que dirigía su hermano, y el sindicalista Víctor Báez Mosqueira, delator al servicio de la policía política de la dictadura. Ambos ocultaron su prontuario como un privilegio más que les concede el hecho de integrar el entorno del clérigo-presidente Fernando Lugo.

MEMORIA Y TIERRAS MALHABIDAS

Decía Borges que la memoria se parece a un montón de espejos rotos, y en Paraguay más que en otra parte se mantienen separados los pedazos para evitar que algunos sean expulsados del paraíso.
El nuevo presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), abogado Alberto Alderete, presentó un listado de las tierras malhabidas a la Comisión de Verdad y Justicia. La nómina es producto de las investigaciones realizadas en los archivos del ex Instituto de Bienestar Rural (IBR) y el Indert sobre las tierras otorgadas desde 1954 hasta el 2003.
Alderete indicó que en ese lapso se adjudicaron en nombre de los campesinos sin tierra, cerca de 12 millones de hectáreas, de las cuales 8 millones de hectáreas fueron otorgadas ilegalmente a políticos, militares y amigos del entorno del dictador Alfredo Stroessner. Entre estos "amigos" nominados no figuran, por supuesto, Humberto Rubín y Aldo Zucolillo, ellos aparecen ni por casualidad en las listas de la Comisión.
Conforme al expediente Rubín / Irala 1973, que contiene documentos sobre adjudicación de tierra, obrantes en el Instituto de Bienestar Rural, Humberto Rubín fue beneficiado con 2.000 hectáreas de tierra en la localidad de Domingo Martínez de Irala, contrariando expresas disposiciones del Estatuto Agrario, Ley No 864/63. Rubín ciertamente no era ni fue nunca sujeto de la reforma agraria, pero para un privilegiado animador de los cumpleaños del dictador poco importaba ser sujeto de la reforma agraria. Por sus servicios a la dictadura, Humberto Rubín figuró en la lista de beneficiarios del dictador hasta bien entrada la década del '80. De las tierras adjudicadas a Rubín quedan constancia en la Resolución No 862 del Instituto de Bienestar Rural, de fecha 25 de mayo de 1977.
Todo esto poco dice a la Comisión de Verdad y Justicia a la medida de la CIA.

LOS DUEÑOS DE LA HISTORIA

Se ha dicho que la historia es una propiedad privada cuyos dueños son dueños de todas las otras cosas.
Hoy el poder en Paraguay de los dueños de la historia, que falsean el pasado de acuerdo a sus intereses coyunturales, nos recuerda la frase de Oliver Wendell Holmes:
La memoria es como una red: uno la encuentra llena de peces al sacarla del arroyo, pero a través de ella pasaron cientos de kilómetros de agua sin dejar rastro.

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