Un ministro del dictador Stroessner acuñó la célebre frase: “La Calle es de la Policía. Hoy la frase acorde al momento, que tácitamente han proferido el obispo Fernando Lugo y su ministro del Interior Rafael Filizzola, sería “Los Sojales son de la policía.
LUIS AGÜERO WAGNER- “La biotecnología es la respuesta, pero, ¿cuál es la pregunta?‿ se preguntaba con ironía un catedrático de Filosofía Moral hace una década en relación a la problemática de los transgénicos, e insinuaba con agudeza el espíritu totalitario de los traficantes de granos:
“El problema no es la Biotecnología en sí misma, sino la biotecnología de las multinacionales, y una parte de ese problema es que la biotecnología de las multinacionales tiende a convertirse en TODA la biotecnología.(1)
Las citadas premoniciones filosóficas parecen haberse convertido en una realidad en Paraguay, donde los sueños de dominación imperial de la transnacional Monsanto parecen avanzar hacia la instauración de un estado policíaco en beneficio de los sojeros, a la manera del fascismo preventivo hacia el cual advirtió Herbert Marcuse iría a evolucionar la sociedad de consumo neoliberal.
Las autoridades del gobierno del obispo Fernando Lugo han cedido una vez más a la extorsión, y tras perturbar las normas sobre medio-ambiente han impuesto una estructura ilegítima a la medida de las grandes corporaciones, que han llenado alegremente el vacío dejado por otros totalitarismos como el bolchevismo o el fascismo.
Ahora el gobierno teocrático del clérigo-presidente amenaza con instaurar una dictadura policíaca en beneficio de los sojeros, a pocas semanas de suscribir, a instancias de la embajadora norteamericana Liliana Ayalde-quien fuera jefa de USAID en Colombia-, acuerdos en materia represiva con el gobierno de Álvaro Uribe. No es difícil entrever nuevamente al imperio gerenciando en beneficio de sus empresas, como en la década de 1970 inspiró y sufragó el terrorismo de estado del Plan Cóndor.
Ya lo dijo en aquel entonces un arrocero de Arkansas, “Henry Kissinger es nuestro mejor vendedor de arroz.(2)
LOS SOJALES SON DE LA POLICÍA
En las postrimerías del régimen neo-nazi y pro-norteamericano de Alfredo Stroessner, un ministro del dictador acuñó la célebre frase: “La Calle es de la Policía. Hoy la frase acorde al momento, que tácitamente han proferido el obispo Fernando Lugo y su ministro del Interior Rafael Filizzola, sería “Los Sojales son de la policía.
El obispo Fernando Lugo anuncia que con presencia policial comenzará siembra de soja, como una forma de amedrentar a los Sin Tierras en Paraguay. La semana entrante comienza departamento la siembra de soja, y los productores han pedido represión de campesinos al gobierno.
Tanto el presidente Fernando Lugo como el ministro del Interior, Rafael Filizzola. aseguraron que el Gobierno garantizará la faena de los traficantes de transgénicos, e incluso les facilitará personal policial.
Filizzola, quien hace poco firmó acuerdos en materia represiva con Álvaro Uribe, anticipó que desde la semana entrante se reforzará la dotación policial para dar seguridad a los terratenientes y traficantes de transgénicos de origen brasileño, los verdaderos amos del Paraguay.
El obispo advirtió amenazante a los campesinos que se hará respetar la ley, “no importa quiénes sean, porque la ley es la única que nos puede igualar y unir a todos, ya que existen tantos otros factores que dividen a nuestra sociedad.
Podría acotarse a lo afirmado por el clérigo-presidente la sentencia del gaucho Martín Fierro: la ley es una tela de araña, que no la teme el bicho grande, pues no afecta a quien mande.
RUMORES PARA JUSTIFICAR REPRESIÓN
Por su parte un portavoz de la Coordinadora Departamental de Campesinos Sin Tierra, Jorge Arévalos, denunció que se están inventando rumores para justificar acciones vandálicas –en contra de ellos– de policías y guardias de seguridad, al servicio de los propietarios de la hacienda IVP SA.
Fue ayer en relación a la denuncia de un supuesto plan de toma de rehenes a sojeros y traficantes de transgénicos, que pensarían llevar a cabo los campesinos, según el rumor difundido para justificar una represión.
DETENCIONES Y AMENAZAS
Un dirigente de los sintechos que fue ayer al Palacio de Gobierno para entrevistarse con el presidente Fernando Lugo terminó siendo detenido e inmediatamente remitido a la cárcel de Tacumbú.
El dirigente social detenido es Celso León Ocampos, sobre quien se dijo pesaba una orden de captura desde 2003.
León Ocampos llegó a la sede gubernativa, integrando una delegación encabezada por el también dirigente social Blas Vera. Como es habitual, los guardias solicitaron a los visitantes sus respectivos documentos de identidad.
La comitiva pasó a la sala de audiencias, a la espera de la autorización a fin de acceder hacia el despacho presidencial. Sin embargo, cuando los efectivos de la Policía detectaron que en los antecedentes de León Ocampos figuraba una orden de captura, lo arrestaron, registrándose un alboroto.
El detenido intentó resistirse ante la airada protesta de sus compañeros, pero presurosos llegaron más uniformados y le retiraron para conducirlo hasta la camioneta de la Policía estacionada en la acera que da hacia la Calle Ayolas. La delegación de sintechos finalmente no fue recibida por el Jefe de Estado.
El incidente se produjo en el mismo día que el ministro de Agricultura pidió la detención de un líder de campesino sin Tierras, algo muy en boga hoy por hoy, la idílica república burguesa del obispo de los pobres. LAW
(1) Jorge Riechman, Universidad de Barcelona.
(2) Citado por Dan Morgan, en Los Traficantes de Granos
NO SE NEGOCIA SOBRE LAS TUMBAS?
“Nosotros vamos a crear nuestro propio equipo de investigación y vamos a exigir al Gobierno que se pronuncie sobre el caso. Vamos a ir demostrando paso a paso las evidencias del caso”, afirmó el dirigente de Asagrapa, Tomás Zayas, tras retirarse de la reunión a puertas cerradas con el ministro del Interior, Rafael Filizzola. Fue poco después que el gobierno de Fernando Lugo inaugurara su record asesinando al campesino sin tierra Bienvenido Melgarejo en defensa de sojeros.
Señaló que ya sabían que él tenía un discurso, al referirse al ministro. “De nuestra parte denunciamos el hecho y exigiremos al Gobierno. No estamos negociando nada, porque sería antiético de nuestra parte negociar algo sobre la tumba de nuestro compañero”, indicó.
Tanto el partido comunista paraguayo como el Partido de los Trabajadores del Paraguay, emitieron sendos comunicados condenando la represión orquestada por el gobierno del obispo asesino de pobres, Fernando Lugo.
Sin embargo, buena parte de los grupos izquierdistas siguen participando del gobierno, aún cuando se comprobaron torturas en un operativo policíaco en San Pedro.
DETENCIONES QUE AGITAN A LA INSURGENCÍA
A fines de Octubre, otro grupo de 37 campesinos fueron arrestados en la colonia San Vicente, en San Pedro.
El operativo represivo, en un procedimiento que ya se hizo consuetudinario en la idílica república burguesa del obispo de los pobres, fue encabezado por las fiscalas Ninfa Mercedes Aguilar, de Santa Rosa del Aguaray, y Dominga Benítez, de San Pedro de Ycuamandyyú.
Los detenidos fueron trasladados a las mazmorras del clerofascismo y quedaron librados a su suerte en la comisaría 18 de Santa Rosa.
Las fuerzas represivas del gobierno del obispo Fernando Lugo, destruyeron también 10 ranchos de carpas, de los humildes labriegos, entre el llanto de las mujeres y los niños.
Unos 40 efectivos policiales, fuertemente armados, entre policías, antimotines y fuerzas especiales, bajo la dirección del jefe de orden y seguridad del departamento de San Pedro, Crio. Ppal. Francisco González, participaron del operativo inquisitorial y represivo, con la acostumbrada brutalidad.
Sin ningún miramiento, procedieron al desalojo y posterior detención de los ocupantes de la tierra propiedad de la Inmobiliaria Gorostiaga SA, ubicada en la zona conocida como San Marcos, de la colonia San Vicente, a unos 55 km al este del cruce Gral. Resquín.
TORTURAS Y ENVENENAMIENTO EN CENTRO DE DETENCIÓN
La abogada Raquel Talavera, quien denunció al gobierno del obispo por torturas en centros de detención ante la CIDH, también denunció casos de intoxicación en un centro de detención.
El atentado afecta a Alcibiades Oviedo, otro detenido en un supuesto secuestro, quien se suma a la denuncia de torturas contra la detenida Carmen Villalba, por la cual el gobierno del obispo Fernando Lugo se encuentra ya denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
SANGRE SOBRE EL ASFALTO
Pocos días después, a principios de noviembre, casi un centenar de manifestantes resultaron heridos entonces durante una represión policial registrada ante la sede de la Fiscalía en Asunción (capital paraguaya), en torno a la segunda jornada de protestas de grupos de campesinos y organizaciones civiles del Frente Social y Popular,un núcleo de activistas que hoy debe encontrarse profundamente arrepentido de haber apoyado al clérigo represor.
Numerosos heridos y contusos en grave estado fueron llevados de urgencia al Centro de Emergencias Médicas tras sufrir contusiones y heridas por proyectiles de goma disparados por los agentes antidisturbios, medidas aplaudidas por los referentes del neoliberalismo en Paraguay y por la prensa ultraderechista vinculada a las redes de control social montadas por la embajada norteamericana de Asunción.
El violento episodio se sumó a las detenciones de campesinos sin tierras que se vienen dando por centenares, y a las denuncias de torturas hechas por los activistas de Derechos Humanos. Los manifestantes también fueron desalojados de la Fiscalía con gases lacrimógenos y camiones con cañones de agua, entre violentos garrotazos.
El dirigente del Movimiento Campesino Paraguayo (MCP), Belarmino Balbuena, aseguró entonces que los campesinos no provocaron a los uniformados, “estábamos sentados haciendo guardia cuando la policía antimotines llegó atropellándonos, ellos nos agredieron sin razón”, indicó. Sin embargo, el comisario Machado dijo que el enfrentamiento comenzó tras el atropello de los manifestantes que querían ingresar a las oficinas del Ministerio Público, una controversia que era frecuente en tiempos de la dictadura anticomunista.
COMO GUINDA DE LA TORTA, OPERATIVO POLICÍACO Y MILITARIZACIÓN
Toda la larga serie de violaciones de derechos humanos y violentas represiones, acabaron coronadas en este mes de enero con el operativo policíaco en San Pedro, y la militarización del norte del país.
Las torturas, allanamientos y apremios ilegales, así como las ejecuciones extrajudiciales, se pusieron al día con el Operativo, una verdadera extensión del Plan Colombia en territorio paraguayo. LAW
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