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domingo, 25 de enero de 2009

La Mediocridad de los Asesores de Fernando Lugo


LUIS AGÜERO WAGNER- La mediocridad de los asesores del obispo Fernando Lugo quedó una vez más en evidencia este jueves, cuando además de enviarlo a una derrota evidenciaron sus pactos con el sector de Stroessner.

Un poco de historia nos ayudará a saber con qué bueyes estamos arando.

El 20 de abril, al contrario de los difundido por la prensa mediática, ganó el obispo Fernando Lugo las elecciones paraguayas con fuerte respaldo de la embajada norteamericana ocupada por James Cason, la prensa de la Secta Moon, sectores disidentes del Partido Colorado -el ala más derechista y pitiyanqui- y un partido liberal de corte somocista, con el anexo de movimientos financiados por ONGs derechistas regadas en dólares imperialistas.

Para imponer esta candidatura tan bien apadrinada, los grupos vinculados a las ONGs y a la prensa mediática se valieron de la peor escoria de la politiquería paraguaya, que hoy no aparecían ni por casualidad en las encuestas de intenciones de votos, y que en algunos casos como el Partido Demócrata Cristiano o el Revolucionario Febrerista, no obtuvieron la cantidad de votos necesaria para mantener su personería legal.
A pesar de todo, se llenaron la boca repitiendo que la candidatura del obispo, la había elegido “el pueblo”.
Entre los responsables de la candidatura del obispo se encontraba también el “coherente” senador Carlos Filizzola Pallarés, proveedor de fondos brasileros para la campaña oficialista por las internas coloradas de febrero del 2006, demandado por prestación de alimentos por la madre de sus hijos, con funestos antecedentes de haber dilapidado el erario público con depósitos en financieras fantasmas durante su administración municipal.
En segunda fila, aparecían los personeros del Encuentro Nacional, representantes políticos de falsos y fracasados empresarios incapaces de sembrar una hectárea de algodón, sin solicitar subsidios al estado, ni de realizar la más miserable inversión sin créditos obtenidos con el beneplácito del gobierno. Y como si no bastase todo eso, personajes que sirvieron como incondicionales lacayos al ex presidente Luís Angel Gonzalez Macchi, durante el cual se lanzaron sobre el erario público como una desahuciada manada depredadora.
El principal candidato de dicha corriente, Emilio Camacho, en plena campaña, utilizando una camioneta del Parlamento para hacer proselitismo, atropelló a transeúntes a los que dejó tendidos sin vida a la vera del camino.
Mas atrás en la fila aparecía el (Partido Revolucionario Febrerista, que ya en las elecciones del año 2003 subastara la candidatura de Diputado a un prófugo de la justicia, el ex ministro de Justicia Silvio Ferreira.
Al frente del partido se encontraba un personaje que se había apropiado en forma irregular de camionetas a la agrupación, y para lograr su nominación había dado su aval al represor Juan Manuel Morales, ex operativo de la policía política, a cambio del cobro en forma irregular de un subsidio del estado a su partido.
El personaje en cuestión, Nils Candia, fue nota tiempo antes por su expulsión de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, luego de forzar cerraduras del local de dicho órgano para robar documentos que le comprometían en dilapidación indebida de fondos.
El titular Demócrata Cristiano, Gerardo Rolón Pose, había sido acusado por sus correligionarios de haber enajenado la sede partidaria para no cumplir con las leyes laborales, que le obligaban a pagar una fuerte suma de indemnización a la familia de una recepcionista del partido asesinada en su lugar de trabajo.
Aunque estos grupos solo constituían una caterva de autoproclamados representantes de partidos fantasmas y extintos, todos ellos pretendieron representar a las grandes masas ciudadanas de la república cuando digitaron la candidatura del obispo, evidentemente inducidos por factores mucho más relevantes.
Podrían alegar razones místicas, de resonancia espiritual, esotéricas o de otra índole para tanta responsabilidad, si sus presidentes no se hubieran autodesignado de manera ilegal en sus respectivos cargos o no hubieran creado en su propia imaginación sus partidos sólo para convertirse a sí mismos en presidentes y único miembro de una agrupación fantasma. Todos ellos se encontraban a punto de caer en la intrascendencia política cuando apareció en la escena política el candidato de Dios, un improvisado ex religioso manejado por los intereses del dueño del principal diario que lo apoya, el empresario Aldo Zucolillo, y que se presta para todo y para todos, sin distinción de coeficiente intelectual ni catadura moral.
Cuando otros referentes de la oposición exigieron una votación para definir la candidatura de la concertación opositora, desesperados cerraron filas en torno al obispo viendo inminente su desaparición política si surgía otro candidato con mayor cantidad de votos.
La mayoría de estos honorables tribunos, valga la ocasión repetirlo, deben buena parte de su notoriedad a la misma prensa ultraderechista (léase ABC color) que defendió a Videla, Pinochet, Stroessner, y trató por meses de convencer a sus lectores que el vicepresidente Luis María Argaña ya estaba muerto antes de su asesinato en marzo de 1999, sólo para exculpar al incriminado cuñado del dueño del diario que a la sazón participó en el asesinato de Orlando Letelier en la década de 1970.
Otros grupos que apoyan al candidato de Dios se han graduado de farsantes con honores al postularse como referentes de la izquierda siendo en realidad empleados de la embajada norteamericana de Asunción.
Entre ellos se encuentra el "Movimiento Popular Tekojoja", un grupo financiado a través de donaciones de USAID a una ONG denominada Gestión Local. A la especie de este peculiar izquierdismo regado por dólares de la embajada norteamericana también pertenece el PMas, un pequeño grupo que recibe dólares a través de la ONG conocida como “Casa de la Juventud”.
En el 2004 la susodicha “Casa de la Juventud había recibido 127.000 dólares de la Inter American Foundation (IAF), por dos años, supuestamente para "proporcionar apoyo institucional, educativo y técnico a organizaciones para jóvenes. La donación de la IAF teóricamente apoyaría la participación de los jóvenes en audiencias públicas, fortalecería sus destrezas para la búsqueda del consenso y financiaría el diseño de campañas públicas de información y otorgamiento de pequeñas donaciones a jóvenes paraguayos de aproximadamente 10 localidades. "La Casa" supuestamente beneficiaría a cerca de 4.200 jóvenes de vecindarios de bajos ingresos.
Sin embargo, súbitamente,sus referentes principales -Rocío Casco y Karina Rodríguez.- en lugar de atender esos asuntos, se zambulleron en el proselitismo municipal y realizaron una ruidosa campaña con costosos afiches y onerosos avisos publicitarios en la Televisión local, logrando hacerse de un curul en la Junta Municipal de Asunción, luego de las elecciones de Noviembre de 2006.
Para conocer mejor el origen del dinero invertido en la promoción política de estos grandes enemigos del imperialismo, viene al caso aclarar que la Fundación Interamericana (IAF-The Inter-American Foundation) esuna agencia de cooperación internacional del Gobierno de los Estados Unidos, fundada en 1969, dice apoyar proyectos de desarrollo creativos, sustentables y participativos propuestos por grupos de iniciativas de ciudadanos en América Latina y el Caribe.
La Fundación Interamericana está gobernada por un Consejo Directivo integrado por nueve miembros designados por el Presidente de EEUU (hoy el vilipendiado George W. Bush) y ratificados por el Senado de los EEUU (hasta hace poco controlado por halcones republicanos partidarios de las leyes antiterroristas, las masacres de Irak y Afganistán, los bloqueos a Cuba, etc.). Dirigentes del mismo grupo “izquierdista, revolucionario y anti-imperialista” como Camilo Soares y Richard Ferreira, habían asistido por su parte a la Segunda Asamblea del Movimiento Mundial por la Democracia, organizada por la “filantrópica” entidad norteamericana National Endowment for Democracy (enemiga declarada de los gobiernos izquierdistas-revolucionarios del sub continente y financista de la propaganda imperialista) , y realizada en la ciudad de São Paulo, Brasil, en noviembre del año 2000. La facilidad con que aceptaron dólares procedentes de Washington estos grandes revolucionarios que rodean al obispo Fernando Lugo, da la pauta de la catadura moral de un candidato que se presentó como un teólogo de la liberación tercermundista buscando ganar notoriedad, para acabar rodeado por los principales exponentes del neoliberalismo, entre ellos un reconocido agente del Fondo Monetario Internacional y ex ministro de su archienemigo Nicanor Duarte Frutos, el izquierdista arrepentido Dionisio Borda. Queda como consuelo una frase del escritor Robert Penn Warren, quien decía que en política del mal debe engendrarse a alguna manera el bien, porque es lo único que hay para engendrarlo.

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