LUIS AGÜERO WAGNER- Reivindicar los intereses paraguayos en Itaipú, una promesa de campaña de Fernando Lugo que no está en sus manos cumplir, constituye el más prolongado fracaso de una campaña periodística de la que el Paraguay tenga noticia.
El primer fracaso de la prensa que apoyó al obispo Fernando Lugo, especialmente el diario ABC color de Aldo Zucolillo, fue no lograr que las empresas de su mismo grupo participen del gran negocio que significó la construcción de la represa hidroeléctrica.
El dueño de dicho diario tiene contabilizadas al menos 75 audiencias con el dictador Stroessner en su despacho, en los años en que buscaba ansiosamente una tajada de la torta. Quedar fuera del negocio bastó para que Zucolillo se convierta en el más severo detractor de su paternal protector.
CONTRADICTORIOS CAMPEONES DE LA SOBERANÍA ENERGÉTICA
Los campeones paraguayos de la soberanía energética, que podrían figurar en el record Guiness del más prolongado fracaso de una campaña periódistica (llevan al menos treinta y cinco años de derrotas al hilo), tienen muchas contradicciones en su discurso. Con placer citaremos algunas.
Uno de los hermanos Levy Rufinelli, liberales colaboracionistas con la dictadura de Stroessner, fue por mucho tiempo columnista de ABC color. También fue responsable de la legitimación de numerosos despropósitos de la dictadura, entre ellos el aval de un Congreso externamente representativo para el tratado de Itaipú.
El máximo entregador de la soberanía energética en la historia del Paraguay, el político liberal e ideólogo de la dictadura Nazi de 1940, Efraim Cardozo, escribió un alegato a pedido del dictador Stroessner para defender la posición paraguaya ante Brasil en la cuestión de los Saltos del Guairá. Posteriormente, el borrador se convirtió en un libro publicado con la firma de Cardozo.
Recientemente, el diario ABC color publicó una serie de esos escritos, por supuesto sin aclarar la entrega del Chaco del 9 de julio de 1938. En ese entonces, el mismo Cardozo estampó su firma en la mayor entrega de soberanía energética de la historia, que permitió a la Standard Oil y a Bolivia quedarse con cincuenta mil kilómetros cuadrados de territorio petrolífero en poder del Paraguay.
Uno de los principales columnistas que lleva adelante esas campañas de ABC, Ricardo Canese, al mismo tiempo es propagandista de los biocombustibles de George W. Bush y fue promocionado políticamente por un movimiento financiado por la embajada norteamericana.
Lo que se dice un gran nacionalista financiado por la CIA.
Otras contradicciones son la férrea defensa que hacen ABC color, y los demás medios hidronacionalistas, de la invasión de sojeros brasileños que promueven los transgénicos de Monsanto como única alternativa posible para el Paraguay, agregando a la pobreza contaminación ambiental.
Hoy publica con alivio que el gobierno ha decidido proteger a estos sojeros, limitando su nacionalismo a las aguas bajo la represa de Itaipú.
Si alguna explicación buscáramos a tanta contradicción, sólo podríamos encontrarla en el aforismo que alguna vez plasmara con pluma maestra F. Scott Fitzgerald, en The Crack Up: "la prueba de una inteligencia de primera clase es la capacidad de sostener al mismo tiempo dos ideas contrarias en la mente".LAW
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