1- El "Progresismo"
Durante la campaña presidencial de Fernando Lugo, se habló de "obispo progresista” refiriéndose a un obispo católico que representa a una agrupación liberal a la usanza francesa del vocablo, conservador de derechas al punto que una de sus más recordadas hazañas de gobierno es haber repelido una manifestación con fuego de metralla en octubre de 1931. Una muestra de brutalidad “progresista” sólo comparable con la matanza de Amritsar perpetrada en 1919 por las tropas inglesas de ocupación en la India.
Otros de los logros en el poder de estos “progresistas” lo constituye el haber entregado la zona petrolífera del Chaco a personeros de la Standard Oil Company (la misma que llevó a Paraguay y Bolivia a una guerra entre 1932 y 1935), a cambio del respaldo norteamericano a la dictadura Nazi-fascista que impuso José Félix Estigarribia en 1940. Todos estos nefastos hechos han sido aludidos y glorificados por el “obispo de los pobres” en sus discursos, en los que tampoco ha olvidado manifestar la hostilidad al MERCOSUR que le impone la prensa que lo respalda, instrumentando el tema de las binacionales para generar disturbios en las relaciones con los gobiernos progresistas de la región.
2-El obispo de los pobres
Se habla de Fernando Lugo como un supuesto obispo de los pobres, austero humanista y teólogo de la liberación tercermundista, predestinado a redimir de las bajezas a un pueblo sumido en la miseria, como si no lo viéramos todos los días emprender costosos viajes y presentarse acompañado de los impresentables personeros del eterno partido de la oligarquía liberal, guiado por asesores ahogados en dinero ordeñado por la vía de la corrupción y rodeado de testaferros del embajador norteamericano James Cason.
Sobre su afición por las sandalias, es conocido que se debe a los problemas circulatorios que padece en los miembros inferiores.
3- La teológía de la Liberación
Nuestro mesiánico teólogo de la liberación tercermundista, que ha proclamado en Ecuador su filiación adscripta al socialismo del Siglo XXI, en sus últimas alocuciones se ha sacado la careta manifestándose como recalcitrante defensor de la propiedad privada, de la patria sojera, del latifundio y de terratenientes vinculados a narcos.
La prensa ultraderechista, curiosamente, motorizó con entusiasmo estas supuestas candidaturas “izquierdistas“, que en realidad promovieron a empleados de la embajada norteamericana, operativos del Plan Umbral, USAID y la National Endowment for Democracy.
Una prueba de sus compromisos con el imperio la constituye que la mayoría de ellos, especialmente los de Tekojoja, todavía siguen repitiendo las consignas que una década atrás les dejara el promotor del plan colombia y entonces sub secretario de estado Peter Romero. Recordemos que a intromisiones de este último personaje debe el Paraguay el haber sido gobernado un lustro por un ebrio consuetudinario digitado por una corte politizada y corrupta, impuesto con la ayuda de medios masivos adictos al imperio, que atribuyen a enviados de Washington la facultad de impartir proscripciones en la política paraguaya.
Algunas de las anémicas agrupaciones que intentaron dar un marco de alianza al movimiento luguista, acompañando como furgón de cola al Partido Liberal, en realidad son tribus donde la democracia interna lleva mucho tiempo difunta , y coincidieron con el partido de gobierno en métodos fraudulentos y autoritarios. Otros son simples ONGs maquilladas, grupos de oportunistas y malversadores de donaciones.
LOS AMIGOS DEL NORTE
Durante mucho tiempo advertimos que la candidatura del obispo Fernando Lugo, gestada en la embajada norteamericana de Asunción, respondía a los intereses del imperialismo y era publicitada con delirantes falacias. Aquí se exponen los hechos consumados para quienes aún tienen dudas al respecto.
IZQUIERDA GESTADA EN LA EMBAJADA NORTEAMERICANA
La totalidad los integrantes del gabinete del obispo Fernando Lugo provienen del sector de las ONGs financiadas por la embajada norteamericana. Se cuentan entre ellos a Gloria Rubín (referente en Paraguay del NED y la CIA), Camilo Soares (beneficiario de fondos de IAF y NED, favorecido del gobierno de George W. Bush) Rafael Filizzola (signatario de acuerdos con Alvaro Uribe a instancias de la ex operadora del plan Colombia Liliana Ayalde), Karina Rodríguez (de la Casa de la Juventud, que recibió 127 mil dólares de la Inter American Foundation), Liz Torres (referente de las logias de ONGs dependientes de la embajada norteamericana), Esperanza Martínez (del movimiento Tekojojá, financiado por USAID, hoy envuelto en escándalo por corrupción), Canciller Hamed Franco (del Pmas, un movimiento financiado por James Cason), el Vice-canciller Jorge Lara Castro (recibe dólares de la embajada a través de la ONG fantasma Alter Vida), Ministro de Defensa General Bareiro Spaini (hombre de la embajada norteamericana, educado en las escuelas de golpistas de Estados Unidos) o el ministro de Hacienda Dionisio Borda, antiguo responsable de las finanzas de los gobiernos corruptos y agente de la embajada norteamericana y del FMI.
Asimismo, Fernando Lugo ha anunciado que se mantendrá la política de sometimiento al imperio nortemericano en Paraguay, y se desconoce lo tratado por Lugo en New York con referentes de la mafia ítalo-norteamericana como John Tonelli, o con el heredero del imperio petrolero que en la década de 1930 llevó a la matanza a cien mil bolivianos y paraguayos, David Rockefeller. Lo único cierto es que ofició de guía turístico en la gran manzana Conrado Pappalardo, un personaje conocido por haber operado para el Plan Cóndor y haber proveído pasaportes para el asesinato en Washington de Orlando Letelier.
Otros cónclaves nunca aclarados por parte del obispo fueron sus reuniones con James Cason y Roger Noriega, pocos segundos después que Aleida Guevara March, hija del Che Guevara, haya abandonado la misma oficina por la misma puerta por la que entraron estos grandes amigos de Cuba y los hermanos Castro.
No se sabe el motivo de las visitas de Christopher McMuller, subsecretario norteamericano de Asuntos del Hemisferio Occidental, al viceministro de Relaciones Exteriores paraguayo, Jorge Lara Castro, un viejo favorecido de la embajada norteamericana de Asunción.
UN GIRO CANTADO
Al poco tiempo de su intempestiva aparición en el escenario, el obispo Fernando Lugo dejó de lado a los sectores revolucionarios para abrazarse con los exponentes más representativos en Paraguay del entramado imperialista montado por la IAF-NED y USAID, así como para acercarse a sectores de funestos antecedentes en materia administrativa.
Durante sus visitas a Buenos Aires, fue un constante beneficiado de la Secta Moon, y a poco de su triunfo electoral, su primer viaje fue a Corea para prometer garantías de inversión a empresarios de dicho grupo.
En esas ocasiones, fue huesped del hotel “Los Dos Chinos”, que la Secta administra en el barrio porteño de La Boca.
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