(Luís Agüero Wagner)
El premio Nóbel alternativo de la Paz Martín Almada dirigió el viernes 13 de junio del año 2008 una nota al clérigo-presidente electo paraguayo Fernando Lugo una nota titulada Ni verdad secuestrada ni memoria prohibida urgiendo la adopción de una firme posición sobre la revisión del leonino TRATADO de ITAIPU, tal como lo prometió en su campaña electoral, con miras a lograr el pago de precio justo por la energía eléctrica paraguaya que consume el Brasil.
A poco de ganar las elecciones, algunos partidarios del obispo variaron su postura en el tema de Itaipu y defendieron algunos ofrecimientos de compensaciones que Brasil acostumbra hacer desde hace décadas cuando un gobierno paraguayo desempolva reivindicaciones parecidas.
Almada recuerda al obispo su criterio expresado que si el gobierno brasileño se niega a pagar el precio justo solicitado se disponga su venta a otros países que ofrezcan mejor precio porque somos un país soberano, y recuerda que un tratado contemporáneo y paralelo al de Itaipú, el Pacto criminal firmado por la Operación Condor ya ha sido considerado nulo por la buena conciencia de la humanidad. Correlativamente, dice Almada, el Tratado que defiende Brasil con respecto a Itaipú también debería correr esa suerte.
El responsable del hallazgo de los Archivos del Terror de la Operación Cóndor también recuerda que Brasil anexó a su imperio 62.325 Km2 de la zona mas rica del Paraguay en 1870, y también arrebató al Paraguay la MEMORIA al apropiarse de nuestro ARCHIVO HISTORICO NACIONAL . Indica que ha llegado la hora que el gobierno del compañero Lula devuelva al Paraguay ese importante Archivo por lo que vengo a rogarle incorporar en su Agenda de trabajo este clamor nacional.
También solicita que se pida a la UNESCO que declare ese ARCHIVO HISTORICO NACIONAL como MEMORIA DEL MUNDO, testimonios de un genocidio perpetrado por las fuerzas del imperialismo contra los gobiernos patriotas de Francia y los López, que lograron un desarrollo autónomo sin deuda externa o eterna y sin capital extranjero que lo sojuzgue y lo instrumente como una mera factoría dependiente.
El pedido de Almada coincide con la presentación al público del gabinete del obispo, en su mayoría integrado por políticos sufragados por los organismos de penetración imperialista y promovidos por la prensa paraguaya que responde al embajador norteamericano James Cason y a los intereses de la Secta Moon. El mismo obispo es sobrino de un agente de la CIA que jugó un papel preponderante en la consolidación de la dictadura neo nazi y pro-Washington del general Alfredo Stroessner, en la década de 1950, y la mayoría de sus seguidores financiaron sus movimientos con donaciones de USAID, donde el obispo tiene trabajando a varios familiares.
La prensa paraguaya financiada por James Cason, conocido en Latinoamérica por su actitud intervencionista, ignora cotidianamente el papel del imperio norteamericano en los disturbios que se producen o produjeron en la región, y es imposible que alguno de sus articulistas o periodistas emita el más leve comentario que contradiga la versión sobre los hechos que corresponde a los intereses estadounidenses.
Paraguay enfrentó en el siglo XIX al Brasil en una guerra que culminó en marzo de 1870 con la aniquilación del país, el exterminio de su población masculina y la devastación material de sus fuerzas por las tropas del emperador Pedro II, que en aquella oportunidad se unió al dictador argentino Bartolomé Mitre para complacer al comercio de Inglaterra. Hasta entonces el Paraguay se mostraba reacio al libre comercio, por entonces la ideología de exportación que difundía el imperio británico en su propio beneficio, como hoy el imperio norteamericano intenta impulsar el ALCA.
El escepticismo de las verdaderas intenciones del nuevo gobierno en materia de defender la soberanía energética ante el Brasil quedó en entredicho cuando una de sus primeras medidas fue ubicar al sobrino del clérigo-presidente, un vendedor de autos ilegales sin formación académica, en un alto cargo de la entidad binacional Yacyretá. Las dudas aumentan con el posicionamiento en la Cancillería paraguaya de la ingeniera agrónoma Milda Rivarola, una conocida detractora del nacionalismo paraguayo, del Mariscal Francisco Solano López y de la causa paraguaya de 1870, promocionada como historiadora desde la embajada norteamericana y su prensa adicta, además de vinculada con la prensa mitrista de Buenos Aires. LAW
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