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jueves, 31 de enero de 2008

EL REPRESOR Y LAS CATORCE LISTAS DEL OBISPO FERNANDO LUGO


EL REPRESOR Y LAS CATORCE LISTAS DEL OBISPO FERNANDO LUGO

(Luis Agüero Wagner)

El compañero de fórmula de Fernando Lugo anunció hace unos días la formación de un “equipo anti-fraude”, de lo cual se deduce que dicha dotación tendrá como función principal combatirse a sí mismo. Digo esto no sólo por los consabidos muertos que votaron por el vicepresidente del obispo en Guarambaré, sino porque todo en esta alianza luguista de catorce listas es un fraude, desde llamar alianza a un aglutinamiento de oportunistas que en verdad son rivales entre sí en una desahuciada carrera por el parlamento, hasta sus triunfalistas discursos que no se compadecen con la situación totalmente desfavorable para los opositores en la Justicia Electoral.
¿Debemos esperar que puedan desalojar del poder a un partido con 61 años de ejercicio ininterrumpido del mismo y que incluso pudo imponerse a la voluntad de la poderosa embajada norteamericana, un grupo de incapaces que no puede desalojar de su silla a burócratas de segunda línea en el engranaje mafioso como el ex represor Juan Manuel Morales?
Podrían empezar por ahí para “infundirnos confianza” con miras al compromiso electoral del 20 de abril, más aún considerando que el soplón de la policía política en cuestión se permite el lujo de amenazar al premio Nóbel alternativo de la Paz Martín Almada sin que eso inmute a la oposición luguista.
¿Acaso temen que el informante del temible comisario del tiranosaurio Stroessner, Alberto Cantero, informe a la prensa sobre cuántas paquitas y lacayos tiene cada uno de los corruptos e ineptos parlamentarios de oposición que calientan sillas en el Congreso?
Realmente a los luguistas no les fastidia Morales porque sólo les interesa el voto para las listas parlamentarias, aunque en su torpeza no se percaten que no tienen muchos votantes por disputar. El electorado que queda exceptuando colorados, liberales, oviedistas, fadulistas y candidatos de la verdadera izquierda (la que no tiene compromisos con USAID ni James Cason) se disputarán entre 14 listas luguistas.
Si, ni más ni menos que catorce listas que deberán luchar encarnizadamente por captar el uno por ciento del electorado, que además debe permanecer a salvo del poder persuasivo de los partidos con aparato y poderío económico real, y de las maniobras de la inestable terna arbitral que maneja el TSJE.
Sólo podemos deducir, en base a este indicio bastante serio, de que en el fondo a nuestros desesperados aspirantes a zoqueteros su supuesto líder Fernando Lugo les importa un bledo. Lo único que les interesa en realidad es mantener sus curules o intentar hacerse un lugar en el parlamento, esa es la cruda verdad que debemos afrontar.
¿Qué más pueden pedir una caterva de reconocidos haraganes y camanduleros que un candidato que se presta para todo y para todos, sin distinción de coeficiente intelectual ni catadura moral? ¿Quién puede negarse a unirse a un abigarrado y deforme conglomerado de recalcitrantes adversarios ideológicos? Después de todo, en la comparsa luguista están el propagandista neoliberal Alfredo Jaegli abrazado con el secretario general del Partido Comunista paraguayo Ananías Maidana, el procónsul del imperio mister James Cason con Fidel Castro, Hugo Chávez con George W. Bush.
A quienes deseen sumarse, lo único que se les pide para engrosar las filas del obispo Lugo es que se sometan a las ridículas liturgias de declararse opositor y empezar a repetir como autómatas las consignas que les impone Aldo Zucolillo desde su diario ultraderechista ABC color, para brindarles espacio en sus páginas, y ya tienen patente de luguistas. Como si con eso asegurasen los anhelados votos, indefectiblemente deben despotricar contra el MERCOSUR, contra la administración de Itaipú, contra los entes estatales, contra el diabólico senador Galaverna, prometer que recuperarán la “soberanía energética”, y otros refritos libretos para infradotados que deben pronunciar con abyección y sin pestañear para complacer al amo de la prensa opositora, a la sazón uno de los más rabiosos anticomunistas heredados de los tiempos de Stroessner y dueño de una de las más ostentosas fortunas malhabidas del Paraguay.
Y pensar que a la vista de todos estos hechos palpables, todavía hay gente que se pregunta cómo un partido que gobierna con tantas falencias y despropósitos es capaz de mantenerse administrando el estado paraguayo desde hace seis décadas sin que se avizore amenaza alguna a su permanencia en el poder.

Luis Agüero Wagner

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